Hace algo más de un mes y medio mi compañero Supercati os traía las imágenes de los coches oficiales que darían servicio en las carreras de Fórmula 1 en la temporada 2008. Los dos coches de seguridad vienen de parte de Mercedes-Benz, y todos son modelos nuevos: el SL63 AMG, con el rediseño, y el C63 AMG Estate, que actuaba como medical-car.
La potencia de los dos coches es muy alta, pero sigue siendo insignificante si la comparamos con la de un bólido de Fórmula Uno. Por primera vez aparece un Mercedes SL; el SL63 AMG sustituye al antigo CLK 63 AMG. El motor del nuevo safety-car es un 6.3 V8 que entrega nada más y nada menos que 525 caballos, pero no es un SL «normal».
Para adaptarlo al tan alto nivel de exigencia de las carreras de F1, Mercedes-Benz ha reducido notablemente el peso de su superdeportivo; a base de paneles de fibra de carbono el peso total ha disminuido 220 kg.
El fabuloso motor, en colaoración con la tracción trasera y los grandes neumáticos, hace que el Mercedes SL 63 AMG acelera de 0 a 100 km/h en sólo 4,6 segundos. Además incluye un escape deportivo, llantas de aleación ligera de 19 pulgadas, y lo más importante: el cambio AMG Speedshift MCT de 7 velocidades, que nos permite cambiar de una marcha a otra en sólo 100 milisegundos. Todo un logro por parte de Mercedes.
El Mercedes-Benz Clase C63 AMG Estate no es tan radical como el SL, pero casi. El coche médico entrega 457 caballos, y para cumplir mejor su función, en la parte trasera el familiar tiene instalado y equipado un extenso equipo médico. En resumen, toda una ambulancia de carreras.