El otro día estaba buscando algunas fotos de algún que otro Ferrari Enzo o Porsche Carrera GT para poner de salvapantallas en el ordenador y me encontré con unas cuentas fotos de estos coches y algunos otros superdeportivos accidentados, quemados, casi desintegrados, incrustados contra postes, o con algún que otro roce.
La verdad es que siempre alabamos las capacidades de aceleración, frenada y paso por curva de estos preciosos ingenios del automovilismo, pero habría que hacer especial hincapié en que el hábito no hace al monje, y por mucho que la gente se compre un Lambo, no por eso se convierte en un buen conductor capaz de dominar semejante fiera.
Empezaré por un accidente de un Ferrari Enzo contra un autobús, pero tranquilos, que el Ferrari está casi entero, sólo que la reparación puede ser tan cara como un compacto. Se trata del mismo Ferrari que aparece en la foto que encabeza el post.
Siguiendo con algo no tan doloroso, os dejaré con el que fue el primer Bugatti Veyron accidentado, que tampoco es que fuese mucho el golpe, pero constará una pasta arreglarlo, por mucho que a su dueño no le suponga un gran gasto, viendo que se gastó en su día mas de un millón de euros.
Para terminar con el sufrimiento de hoy, os dejo con un Mercedes McLaren SLR con lateral derecho tuneado tras un pequeño roce contra un muro. Ni que decir tiene que casi le saldría más rentable comprarse otro SLR, que no arreglar este, porque viendo todas las piezas que tiene tocadas, se pone por un pico, que casi podría llegar al precio del coche nuevo.