En 2025, varios legisladores estatales y federales han presentado múltiples propuestas destinadas a limitar o prohibir el acceso de niños y adolescentes a contenido legal en internet. Estos políticos argumentan que las plataformas de internet y redes sociales tienen la obligación de censurar o suprimir aquellos discursos que consideran «perjudiciales» para los jóvenes. Sin embargo, durante muchos de estos debates legislativos, los legisladores no están escuchando a los niños, cuyas experiencias en línea son predominantemente más positivas de lo que se sostiene en dichas discusiones.
Afortunadamente, la Electronic Frontier Foundation (EFF) ha estado trabajando durante el último año para asegurarse de que las voces de los jóvenes sean escuchadas por los legisladores. Además, han recordado que los menores, al igual que cualquier otra persona, tienen derechos de la Primera Enmienda para expresarse en línea.
Estos derechos abarcan la capacidad de un joven no solo para hablar en su nombre, sino también para acceder al discurso de otros en la red. Los jóvenes tienen derecho a controlar cómo acceden a este contenido, lo que incluye la personalización de sus feeds y otras formas organizadas de información. Restringir a los adolescentes de utilizar los mismos canales de internet y redes sociales que los adultos representa una clara violación de su derecho a la libre expresión.
Más allá de infringir los derechos de la Primera Enmienda de los menores, estas leyes perjudican activamente a aquellos que dependen del internet para encontrar comunidad, recursos para poner fin a abusos o información sobre su salud. Esta interrupción del acceso en línea afecta especialmente a los jóvenes LGBTQ+ y a otros que carecen de apoyo familiar o comunitario. Asimismo, otorgan al estado la autoridad para determinar qué información es aceptable para todos los jóvenes, pasando por encima de las decisiones de los padres.
Las iniciativas que buscan crear un internet «amigable para los niños» y uno «exclusivo para adultos» también representan una amenaza para todos, incluidos los adultos. Estas medidas fomentan la adopción de tecnologías de verificación de edad invasivas y peligrosas. Más allá de ser intrusivas, estos sistemas incentivan una mayor recopilación de datos y aumentan el riesgo de violaciones de seguridad y otros peligros. La exigencia de que todas las personas en línea proporcionen una identificación u otra prueba de edad podría impedir que adultos en situación legal accedan a contenidos lícitos si no cuentan con la identificación adecuada. Este fenómeno también afecta el derecho de las personas a ser anónimas en internet, creando un efecto intimidante que podría disuadir a las personas de unirse a ciertos servicios o de hablar sobre determinados temas.
La EFF ha estado abogando en contra de estos proyectos de ley tanto a nivel estatal como federal, y ha presentado escritos de apoyo en varias demandas para proteger los derechos de la Primera Enmienda de los menores. La organización continuará defendiendo los derechos de todos en línea, incluidos los de los jóvenes, en el futuro.
Fuente: EFF.org
