Según un reciente estudio de la plataforma Criptan, líder en compraventa y ahorro de criptomonedas en España, la mayor parte de los inversores en criptoactivos en el país adoptan una estrategia a largo plazo, comúnmente conocida como «hodl». Esta táctica implica mantener los activos con la expectativa de que se aprecien con el tiempo, reflejando un enfoque orientado al ahorro más que a la especulación.
El perfil tipo del inversor español en criptomonedas es predominantemente masculino, con un 86,1% de hombres, y una edad media de 37,6 años. En términos laborales, aproximadamente el 70% de estos inversores trabaja por cuenta ajena, mientras que cerca del 18% lo hace de manera autónoma, y un 7% son estudiantes. Los sectores más representados entre los inversores incluyen la hostelería, la tecnología y la educación.
La inversión media en criptoactivos se sitúa alrededor de los 3.100 euros. Bitcoin continúa siendo el activo más importante en las carteras, presente en el 57% de las inversiones, seguido de USDC (24,5%), euro (15,8%) y Ethereum (2,9%). Este interés por la criptomoneda insignia resalta el objetivo de los inversores españoles, que parece estar más enfocado en el ahorro a largo plazo que en beneficios inmediatos.
Con respecto a la rentabilidad, el informe destaca que los criptoactivos han mostrado rendimientos superiores al 100% en el último año, aunque la inversión tiende a seguir patrones cíclicos influidos por la estacionalidad del mercado. Noviembre y diciembre son los meses más activos para la inversión, mientras que enero y septiembre resulta ser los más tranquilos. Factores como el cierre del año fiscal y la reinversión de beneficios anteriores afectan significativamente el comportamiento invertor, además de las fluctuaciones propias de la volatilidad del sector, que ofrecen oportunidades estratégicas para los ahorradores.
En cuanto a la adopción geográfica, Cataluña, la Comunidad de Madrid y la Comunidad Valenciana son las regiones con mayor número de inversores en criptomonedas, destacadas por su dinamismo económico y su alto grado de digitalización. Por otro lado, la menor participación en criptoactivos se encuentra en Navarra, Cantabria, Extremadura y La Rioja.
Los datos de Criptan refuerzan la idea de que el inversor español en criptomonedas se define por una mentalidad de ahorro a largo plazo, consolidando aún más la posición de los criptoactivos como una opción viable y atractiva dentro del panorama financiero actual en España.