El primer paso consiste en saber los diferentes tipos que existen en el mercado. Tenemos los todoterreno puros, pensados para el campo con usos típicamente rurales, también podemos clasificar los SUV (Sport Utility Vehicles) muy de moda últimamente al mezclar la estética 4×4 con el confort y las prestaciones de un turismo. Ambas tendencias tienen su reflejo en los precios siendo más baratos los segundos desde un modelo básico pero con una mayor horquilla de variación (16.000 a 70.000 euros aproximadamente).
Como derivaciones de lo anterior han surgido los crossover, un turismo de tracción a las cuatro ruedas y con medidas de seguridad pasiva muy elevadas, los turismos de tracción integral no convenientes para caminos rurales y los pick-up que se visualizan fácilmente por su caja descubierta trasera.
Aparte de esta tipología de vehículos dentro de este segmento conviene valorar que en los últimos tiempos ciernen dos amenazas sobre ellos relacionados con la ecología (ecotasa) y el uso responsable por zonas rurales que empieza a restringirse en muchos lugares. Todos estos aspectos y alguno más son los que deben apreciarse antes de comprar un vehículo que tiene un indudable atractivo y una manera peculiar de ser conducido y es que cualquier adquisición debe ser lo más racional posible.



