Sylvester Stallone ha declarado recientemente en una televisión alemana que está pensando muy seriamente en hacer Rocky VII, «aunque sé que todo el mundo se me va a echar encima, incluso mi mujer». Y añade «dice (por su mujer) que estoy avergonzando a nuestros hijos, pero si no lo intento no voy a ser un hombre feliz». Al parecer, según dice, esta nueva entrega no va a ser una película de boxeo, sinó una reflexión de lo que significa hacerse viejo.
Pues eso, que después de cerrar círculos el año pasado con Rocky Balboa y John Rambo, Stallone quiere desmelenarse con sus dos personajes estrella y deleitarnos con nuevas idas de olla en una próxima Rambo V y, posteriormente, con la anunciada séptima parte de Rocky.
No sé qué pensáis vosotros, pero yo estoy estupefacto. Por una parte, creo que las películas del año pasado eran incluso necesarias y que ahora no hay de necesidad de sacar más jugo ni de Rocky ni mucho menos de Rambo. Ahora bien, si hace las pelis no seré yo quién se abstenga de verlas. He dicho.
