Aunque la imágen de la portada es mínima a pesar de todos los esfuerzos informáticos, se trata de un gran libro. Liverpool Street ha recibido el Premio Buxtehuder Bulle de Alemania. Puede parecer una novela más del tema nazi, pero no es así. Arranca en 1939 y se centra en la mirada de Ziska, una niña de diez años que contempla los acontecimientos que le rodean, entre otros «La noche de los cristales rotos». Sus padres para protegerla la envían a Inglaterra donde es acogida por un matrimonio. La niña sufre sentimientos encontrados entre su doble familia y ocurren muchas cosas que no voy a revelar aqui. Lo interesante es el punto de vista. Lo importante no es la guera sino las vivencias y reflexiones de la protagonista. La autora construye un lúcido retrato del mundo contemplado con diez años, con profundidad psicológica y abundantes guiños de humor.
Su autora, Anne Voorhoeve, sale de los railes ya transitados y construye una historia de ficción inteligente y conmovedora a la vez, valiendose de una prosa intensa y brillante, a partir de la fuerza que imprime el relato en primera persona. Y lo que considero más difícil: escribir sin deslizarse en el facil y resbaladizo sentimentalismo en que a veces incurre la literatura de temática infantil.