Las Inviernas celebró este sábado el V Encuentro de Asociaciones de Mujeres en el marco del Día Internacional de las Mujeres Rurales, con la participación de cerca de doscientas mujeres de once municipios de la comarca. Bajo el lema «Mujeres Rurales: Sembrando Historia», el evento rindió homenaje a las pioneras de la Asociación de Mujeres La Soledad y destacó el papel fundamental de las mujeres en la vida de los pueblos.
La jornada, organizada por la Asociación de Mujeres La Soledad en colaboración con el Centro de la Mujer de Cifuentes y el Ayuntamiento de Las Inviernas, reunió a representantes de localidades como Alaminos, Brihuega y Cifuentes, en un ambiente de emoción y solidaridad. Susana de Diego, presidenta de La Soledad, expresó su orgullo por la organización del evento y subrayó que la vitalidad de estos pueblos depende en gran medida del trabajo de las mujeres.
Durante la mañana, se rindió homenaje a las fundadoras de la asociación local, recordando su contribución en un tiempo en que las oportunidades para las mujeres en el medio rural eran escasas. Su esfuerzo por crear un espacio de apoyo y encuentro fue crucial para el tejido social de la comunidad.
El teniente de alcalde, Tomás Puado, destacó la importancia de la participación activa de las mujeres, afirmando que su organización es clave para el futuro de los pueblos. Laura Gil, delegada provincial de Igualdad, insistió en la relevancia de visibilizar el rol de las mujeres rurales, apuntando que es esencial abordar sus necesidades para lograr una igualdad efectiva.
La senadora Araceli Martínez hizo hincapié en el papel histórico de las mujeres en las comunidades, abogando por la sororidad y la colaboración como herramientas para avanzar. Montserrat Rivas, también senadora, coincidió en la significancia del trabajo de las mujeres rurales, resaltando que su contribución es vital para la existencia de los pueblos.
Marta Benito, del Centro de la Mujer de Cifuentes, presentó un balance positivo de los cinco años de estos encuentros, celebrando el crecimiento del asociacionismo femenino y la energía que aportan las mujeres del medio rural. La ponencia final de Rosario Alises, presidenta de la asociación Feministas de Pueblo, recordó el papel histórico de las mujeres a lo largo de los siglos, instando a construir un futuro que reconozca sus contribuciones.
La jornada culminó con una comida popular y actividades de convivencia, donde cada participante recibió una flor de punto como recuerdo, símbolo del trabajo colectivo. El mensaje final resonó con fuerza: las mujeres rurales son el corazón de sus comunidades y su labor es esencial para el futuro del medio rural.