Lamine Yamal, el prometedor futbolista del FC Barcelona, ha dado un paso significativo en su incursión en el mundo inmobiliario al adquirir tres propiedades en el último año. A tan solo 17 años, el joven talento ha demostrado no solo habilidades excepcionales en el terreno de juego, sino también una astucia notable para invertir.
Las compras, realizadas en distintas localidades de la costa levantina y en barrios emergentes de la ciudad condal, han sido valoradas en varios millones de euros. Fuentes cercanas al jugador confirman que estas adquisiciones son parte de una estrategia a largo plazo para diversificar su patrimonio, aprovechando el aumento del mercado inmobiliario en España.
Yamal, cuyo contrato con el Barcelona se sitúa entre los más lucrativos del club, ha decidido destinar una parte de sus ingresos a la compra de bienes raíces. Su agente, que ha estado asesorándolo en esta aventura inmobiliaria, sostiene que “Lamine tiene una mentalidad empresarial y entiende la importancia de asegurar su futuro”.
Las propiedades adquiridas incluyen desde chalets modernos hasta apartamentos de lujo, cada uno seleccionado cuidadosamente por su potencial de revalorización. Según expertos del sector, la inversión en bienes raíces es una decisión acertada, especialmente en un momento en que la demanda de viviendas sigue en auge.
El futbolista, que ha captado la atención no solo por su desempeño en el campo, sino también por su vida privada austera y enfocada en el trabajo, se mantiene alejado de las extravagancias que suelen acompañar a las estrellas del deporte. Se espera que estas compras no solo le proporcionen un refugio durante su carrera, sino también una base sólida para su futuro, una vez que decida colgar las botas.
A medida que avanza su carrera, los ojos estarán puestos en cómo Lamine Yamal combinará su vida como atleta de élite con su papel como inversor inmobiliario. Sin duda, el joven jugador se perfila como un ejemplo a seguir en el ámbito deportivo y financiero.