La vacunación durante el embarazo juega un papel crucial en la protección de la salud tanto de la madre como del futuro recién nacido. Las gestantes son más susceptibles a ciertas infecciones, como la gripe, que, si no se previenen, pueden tener consecuencias graves. Infecciones como la tosferina y el virus respiratorio sincitial (VRS) plantean riesgos significativos en los primeros meses de vida, cuando el sistema inmunológico del recién nacido aún no está completamente desarrollado y no puede recibir muchas de las vacunas recomendadas.
La inmunización materna ofrece una primera línea de defensa, proporcionando al recién nacido una protección temprana contra enfermedades potencialmente graves. La tosferina, por ejemplo, puede ser mortal en los primeros meses de vida y ha llevado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y al Ministerio de Sanidad en España a abogar por la vacunación durante el embarazo como una medida preventiva esencial.
Cada año, el VRS, conocido por causar bronquiolitis, es responsable de unas 100.000 muertes y más de 3,6 millones de hospitalizaciones a nivel global en lactantes y niños menores de cinco años. Este problema es especialmente agudo en países en vías de desarrollo, donde una importante proporción de estos fallecimientos ocurre en bebés menores de seis meses.
Con motivo del Día Mundial de la Obstetricia y la Mujer Embarazada, es importante enfatizar la vacunación materna como una estrategia preventiva clave desde el inicio de la vida. Durante el embarazo, la mujer asume la doble responsabilidad de cuidar su salud y la del bebé en gestación. A partir del segundo trimestre, la madre empieza a transferir anticuerpos al feto a través de la placenta, ofreciendo protección temporal que puede ser fortalecida mediante la lactancia materna.
José Chaves, director médico de Pfizer España, subraya la relevancia de esta protección: «La etapa neonatal es especialmente vulnerable. Cualquier medida preventiva es valiosa, y la inmunización materna permite transferir anticuerpos al bebé, proporcionándole una protección pasiva desde su nacimiento».
Las autoridades sanitarias han destacado tres vacunas recomendadas para las mujeres embarazadas: la de la gripe, la de COVID-19, y la de difteria, tétanos y tosferina. En particular, se aconseja administrar la vacuna de tosferina a partir de la semana 27 de embarazo, para maximizar la transferencia de inmunidad.
Además, la OMS recomienda la vacunación materna contra el VRS durante el tercer trimestre del embarazo, buscando proporcionar una defensa inicial al recién nacido contra infecciones respiratorias. La vacunación durante el embarazo es, por tanto, una inversión crucial en la salud de las futuras generaciones, contribuyendo significativamente a reducir la mortalidad y morbilidad en los recién nacidos.