La Pobreza Energética: Desafío Principal para los Hogares Españoles en Invierno y 6 Claves para Combatirla

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La pobreza energética se ha consolidado como uno de los retos más acuciantes en España y Europa. Esta problemática afecta a aquellos hogares que no pueden mantener una temperatura adecuada, obligándolos a destinar una parte considerable de sus ingresos a necesidades energéticas básicas. Esta situación no solo repercute en la calidad de vida, sino que también agudiza la desigualdad social, afectando especialmente a las familias más vulnerables.

Recientemente, el informe sobre la Unión de la Energía de 2024 reveló que un 20,8% de los hogares españoles no logró mantener sus viviendas a la temperatura adecuada el invierno pasado, más del doble del promedio europeo. Además, la Encuesta de Condiciones de Vida del INE eleva esta cifra al 27,5% de las viviendas. Estas estadísticas son alarmantes, particularmente ante la posibilidad de un invierno aún más frío.

El Ministerio para la Transición Ecológica ha comenzado a revisar su Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética, buscando nuevas estrategias que complementen medidas como el bono social, que no han sido suficientes para los más de 3,5 millones de personas afectadas en España. La intención es ajustar políticas y acelerar la transición energética.

Frente a este escenario, la empresa Sto, especializada en SATE y fachadas ventiladas, ha presentado seis propuestas para combatir la pobreza energética. La primera es mejorar la eficiencia energética de los edificios existentes, destacando la necesidad de aislamientos térmicos adecuados para reducir significativamente el consumo de energía. Además, sugieren potenciar las ayudas destinadas a la actualización energética del parque inmobiliario, incentivando el acceso fácil y directo a estas subvenciones.

Otra estrategia incluye el uso de tecnologías de eficiencia energética como calderas de condensación y bombas de calor, junto con la promoción del autoconsumo a través de placas fotovoltaicas. Estas soluciones permiten a los hogares generar su propia energía, disminuyendo así su dependencia del mercado energético.

Sto también subraya la importancia de la concienciación y educación en eficiencia energética entre la población, enseñando prácticas que optimicen el consumo energético doméstico. Por último, enfatizan el papel crucial del sector privado en la lucha contra la pobreza energética, asegurando que las soluciones lleguen a las familias más necesitadas mediante la colaboración entre empresas y administraciones públicas.

Estas propuestas de Sto buscan no solo aliviar la pobreza energética actual, sino también fomentar un modelo energético más sostenible a largo plazo, asegurando un futuro más equitativo y respetuoso con el medioambiente.