En el marco de la segunda administración de Donald Trump, la profesión legal en Estados Unidos se ha convertido en uno de los pilares más afectados de la democracia estadounidense. La Electronic Frontier Foundation (EFF) ha manifestado su firme apoyo a este sector, centrando sus esfuerzos en desafiar la erosión de los derechos digitales promovida por el gobierno, especialmente cuando varias firmas de abogados se mostraron reacios a realizar trabajos pro bono.
El trabajo pro bono es realizado por despachos de abogados con fines de lucro para beneficiar al público, ofreciendo asesoría legal a quienes la necesitan pero no pueden afrontar los costos. Este tipo de labor es esencial, ya que las organizaciones sin fines de lucro, como EFF, carecen de la capacidad y recursos de los grandes despachos. Además, la colaboración entre las firmas de abogados y las organizaciones sin fines de lucro es beneficiosa, dado que cada uno tiene experiencias y áreas de especialización distintas que pueden complementarse.
A tan solo un mes del inicio del nuevo mandato presidencial, Trump comenzó a tomar represalias contra grandes despachos que habían apoyado investigaciones en su contra o litigado en defensa de sus opositores. Esta violencia se intensificó, afectando a más firmas, las cuales enfrentaron la pérdida de contratos gubernamentales y la revocación de autorizaciones de seguridad para sus abogados. La Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo amenazó a 20 firmas en relación a sus políticas de diversidad, equidad e inclusión.
Aunque algunas de estas firmas capitularon ante las amenazas del gobierno, un puñado decidió demandar para revertir las acciones en su contra. EFF se unió a estos esfuerzos, presentando declaraciones de apoyo en cada caso. Más de 500 firmas de abogados en todo el país respaldaron estas presentaciones, evidenciando un amplio descontento con las tácticas del gobierno.
En un contexto donde la mayoría de las organizaciones legales se mantuvieron en silencio, EFF fue pionera en manifestar su apoyo a las firmas afectadas y criticar las acciones de la administración como una violación del estado de derecho. A lo largo de la semana, otros despachos comenzaron a alzar la voz, incluido el American Bar Association.
A medida que las firmas de abogados han reducido notablemente sus horas de trabajo pro bono desde que se iniciaron las agresiones del gobierno, el trabajo legal de EFF ha cobrado una relevancia aún mayor. La organización ha intensificado sus litigios, llevando a cabo acciones legales contra el gobierno federal por una variedad de motivos que incluyen la protección de datos de los ciudadanos y la vigilancia de la libertad de expresión.
De cara al futuro, EFF se muestra comprometida a continuar su labor en defensa de los derechos digitales y la independencia de la profesión legal en los próximos años.
Fuente: EFF.org
