La Fundación Comunicando Futuro, en colaboración con el Ateneo de Madrid, ha concluido un ciclo de cuatro sesiones de debate en el que expertos de diversas disciplinas, incluyendo comunicación, empresas, academia e instituciones, han subrayado la creciente amenaza de la desinformación. Este fenómeno se presenta como un riesgo transversal que impacta la democracia, la economía y la confianza social, según los participantes en las jornadas.
Los datos expuestos durante el ciclo son alarmantes: se estima que en 2024, se recibirán no menos de 178 noticias falsas por día. Un 85% de la población considera la desinformación un problema grave, y el 50% de los jóvenes admite haber compartido bulos. Además, un 30% de los jóvenes ha decidido desconectarse informativamente, lo que aumenta su vulnerabilidad a contenidos engañosos. El impacto económico de esta situación es considerable, con una posible pérdida de hasta el 20% de los beneficios empresariales debido a crisis reputacionales y un coste global que supera los 78.000 millones de dólares anuales debido a las fake news.
Durante el ciclo, intervinieron 19 expertos, quienes coincidieron en que la desinformación actúa como un «tsunami silencioso» que erosiona la confianza social y polariza a la ciudadanía. Se destacó que las redes sociales, junto con algoritmos, amplifican los bulos un 70% más rápido que las informaciones verídicas, y el 70% de los españoles expresa temor por no poder distinguir entre lo verdadero y lo falso. Aunque la inteligencia artificial y otras tecnologías pueden ser aliadas en la detección de desinformación, también conllevan riesgos si se utilizan sin criterios adecuados.
Los expertos propusieron diversas soluciones para abordar el problema. Entre las más relevantes se encuentran la alfabetización mediática desde la infancia, tomando como referencia modelos exitosos como el de Finlandia, la formación de directivos y empleados en protocolos de prevención y respuesta ante la desinformación, y una regulación equilibrada que respete la libertad de expresión y fortalezca los valores democráticos. También se resaltó la importancia de una colaboración activa entre instituciones, empresas, medios y la sociedad civil.
Aletxu Echevarría, presidente de la Fundación, enfatizó que combatir la desinformación es crucial no solo para proteger la reputación de las instituciones y empresas, sino también para defender la democracia y el derecho al pensamiento crítico. Con miras al futuro, la Fundación planea presentar el Informe Desinfo Stop 2025, que ofrecerá un análisis exhaustivo de los problemas relacionados con la desinformación, además de proponer soluciones con enfoque en la colaboración y el debate.
Este ciclo de debates subraya la necesidad urgente de un enfoque multidisciplinario y colaborativo para enfrentar esta problemática, que amenaza con socavar los pilares fundamentales de la sociedad.