El Tribunal Supremo de los Estados Unidos ha mantenido un enfoque activo en cuestiones de libertad de expresión en internet durante el último año, tomando decisiones en varios casos relevantes que afectan tanto a usuarios como a plataformas en línea. A finales del año pasado, cinco casos pendientes, que abordan tres temas centrales, fueron finalmente resueltos, proporcionando diversas orientaciones sobre la Primera Enmienda para los usuarios de internet.
Uno de los puntos clave discutidos fue la capacidad de los funcionarios gubernamentales para censurar comentarios en las redes sociales. En los casos O’Connor-Ratcliff contra Garnier y Lindke contra Freed, la Corte estableció un nuevo estándar para identificar si las acciones de un funcionario en redes sociales representan “acción estatal” bajo la Primera Enmienda. Se establecieron dos elementos esenciales: la autoridad efectiva del oficial para hablar en nombre del gobierno y su intención de ejercer esa autoridad en las redes. Aunque el fallo no fue tan amplio como se esperaba, sí ofreció una base para que los individuos defiendan sus derechos de libre expresión ante la censura gubernamental.
En otro frente, los casos NetChoice contra Paxton y Moody contra NetChoice abordaron la regulación de plataformas de redes sociales en relación con sus prácticas editoriales. El Tribunal determinó que las plataformas tienen derecho bajo la Primera Enmienda a moderar el contenido compartido por los usuarios, limitando la interferencia gubernamental en estos procesos. Aunque no anuló directamente las leyes de Florida y Texas que intentaban regular estas prácticas, devolvió la decisión a los tribunales inferiores, dejando abiertas las posibilidades de una revisión más exhaustiva.
Una tercera serie de casos, incluido Murthy contra Missouri, abordó la presión gubernamental sobre la moderación de contenido en las redes. A pesar de que la Corte no proporcionó respuestas claras sobre cómo diferenciar entre persuasión y coacción en las comunicaciones gubernamentales a las plataformas, sí destacó la complejidad de los litigios en torno a alegaciones de coerción.
Además, en relación con la verificación de edad en línea, el Tribunal está a la espera de decidir sobre un caso relacionado con una ley de Texas que impone restricciones a la creación de contenido sexual en línea. La ley exige que ciertos sitios web obtengan información que verifique la edad de los usuarios, lo que plantea preocupaciones sobre la privacidad y el acceso a la información legalmente protegida por adultos.
Estos fallos destacan la continua evolución de la jurisprudencia sobre la libertad de expresión en el contexto digital, reafirmando que las normas tradicionales sobre la Primera Enmienda se aplican también en las plataformas en línea. A medida que el Tribunal enfrenta estos desafíos, los derechos digitales de los usuarios continuarán siendo un tema crítico en los años venideros.
Fuente: EFF.org