En España, el fenómeno de las viviendas okupadas continúa siendo un tema candente en el mercado inmobiliario. Según el portal Idealista, actualmente hay más de 20.000 viviendas okupadas disponibles para la venta en todo el país. Tecnotramit, una compañía especializada en el sector, señala que este contexto dificulta enormemente el acceso a una tasación adecuada de estos inmuebles. Como consecuencia, captar financiación hipotecaria para la compra de estas propiedades resulta prácticamente inviable.
El coordinador de Formalización Hipotecaria de Tecnotramit, Carles Solé, advierte que la mayoría de las transacciones de viviendas okupadas son llevadas a cabo por inversores con un alto poder adquisitivo. Estos compradores, que no dependen de financiación externa, buscan evitar el largo proceso legal que puede implicar la situación de la vivienda. Muchos de ellos han profesionalizado la compra de este tipo de inmuebles, contando con abogados o mediadores que les ayudan a cerrar acuerdos más rápidamente.
A pesar de que este submercado representa una anomalía en el sistema inmobiliario español, Tecnotramit enfatiza que sigue activo y plantea una serie de desafíos para la inversión en vivienda. La desprotección jurídica que rodea a la propiedad y la diversidad de alternativas de inversión afectan la voluntad de los interesados. Sin embargo, la compra de una vivienda como residencia principal sigue siendo considerada una inversión segura, ya que la satisfacción no se mide exclusivamente en términos de rentabilidad.
Las expectativas para el futuro son optimistas en cuanto a la demanda inmobiliaria, especialmente en ciudades como Madrid y Barcelona. No obstante, Tecnotramit apunta que Madrid ha establecido un entorno más atractivo para los inversores, debido a la compleja normativa en Barcelona, que limita la oferta y agrava la accesibilidad al mercado de la vivienda.
El CEO de Tecnotramit, Vicenç Hernández Reche, subraya que muchas de las normativas actuales parecen tener un sesgo ideológico más que una capacidad efectiva para abordar los problemas del sector. «La rentabilidad no depende únicamente de la relación entre ingresos e inversión; también es crucial considerar el riesgo asociado», destaca Hernández Reche. Este dilema de riesgo y rentabilidad es un factor determinante que impacta en la oferta de viviendas disponibles.
