El 24 de febrero de 2025, las autoridades de la República de Irlanda anunciaron una importante medida para reforzar la seguridad vial en el país. A partir de este mes, se implementará una reducción de la velocidad en numerosas carreteras secundarias, particularmente aquellas clasificadas como «caminos locales rurales». Esto es solo el inicio de un plan más amplio que contempla futuras disminuciones en otros tipos de vías a lo largo del año.
Concretamente, el nuevo límite de velocidad en todas las carreteras secundarias de la red nacional, así como en las de calzada única, se reducirá de 100 km/h a 80 km/h. Asimismo, en las carreteras urbanas, el límite cambiará de 50 km/h a 30 km/h. Esta decisión se fundamenta en un estudio encargado por el Departamento de Transporte irlandés, el cual revisó la siniestralidad en este tipo de vías y concluyó que es imprescindible establecer límites de velocidad más bajos para frenar el incremento de muertes y lesiones graves.
Desde 2021, las estadísticas de siniestralidad han mostrado un aumento alarmante en las víctimas fatales, pasando de 132 en 2021 a 180 en 2023, con un notable número de accidentes ocurriendo en vías secundarias. David Martin, portavoz de la Autoridad de Seguridad Vial irlandesa, destacó que aproximadamente dos tercios de las muertes en carretera suceden en rutas rurales, donde la mayoría de los conductores implicados son hombres jóvenes que tienden a sobrepasar la velocidad permitida.
Los datos oficiales indican que el exceso de velocidad es un factor presente en el 26% de los accidentes mortales, junto con otras causas significativas como distracciones por el uso del teléfono móvil y la conducción bajo los efectos del alcohol y las drogas. Esta nueva política de reducción de velocidad es parte de un esfuerzo concertado para mejorar la seguridad en las carreteras y proteger la vida de los usuarios de la vía en Irlanda.