Hoy se ha presentado en Bilbao el informe ‘DesinfoSTOP 2025’ por parte de la Fundación Comunicando Futuro, que analiza cómo la desinformación está transformando la manera en que la ciudadanía se informa y toma decisiones. Este primer estudio elaborado por la entidad, en colaboración con el sociólogo Santi Pisonero, revela que la desinformación ha dejado de ser un fenómeno aislado para convertirse en un problema estructural en nuestra sociedad.
El estudio destaca que el 25% de los españoles ha compartido un bulo sin saberlo, subrayando la necesidad de una solución que involucre a las empresas, gobiernos y plataformas digitales. De hecho, el informe indica que el 92% de los encuestados está «bastante» o «muy preocupado» por la desinformación, mientras que el 95% reconoce estar expuesto a noticias falsas a diario. A pesar de esta preocupación, muchas personas tienen un exceso de confianza en su capacidad para distinguir la información veraz, lo que facilita la propagación de contenidos erróneos.
En términos de género, las mujeres utilizan con más frecuencia verificadores profesionales, mientras que los hombres se sienten más seguros a la hora de identificar bulos. Estos datos ponen de manifiesto un fenómeno que combina autoconfianza y falta de información adecuada.
El informe también identifica cinco factores clave que influyen en cómo las personas reaccionan ante la desinformación, entre ellos la preocupación sobre el problema, el peso de las creencias personales y la confianza en la propia capacidad para discernir la verdad. Santi Pisonero destaca que la desinformación no opera porque las personas crean ciegamente todo lo que ven, sino que cada individuo reacciona desde sus propias experiencias y miedos.
La desinformación se presenta como una amenaza transversal que impacta no solo en el ámbito político, erosionando la confianza democrática, sino también en sectores como la salud, las finanzas y la educación. La Fundación Comunicando Futuro considera imprescindible que instituciones, plataformas y empresas asuman una corresponsabilidad en la lucha contra este problema. Durante la presentación, el presidente de la Fundación, Alejandro Echevarría, enfatizó la necesidad de una respuesta conjunta que involucre a todos los actores de la sociedad.
Asimismo, el informe hace un llamado urgente a establecer un pacto social por el pensamiento crítico que potencie un ecosistema informativo más robusto y minimice el impacto de campañas que buscan dividir a la sociedad. La misión de la Fundación es empoderar a los jóvenes para que se conviertan en consumidores y difusores de información más críticos, mediante el aumento de su alfabetización mediática y el desarrollo de habilidades analíticas que les ayuden a discernir la veracidad de la información que consumen.




