
Este cartel está en todas las paradas de transporte público en Barcelona, en la Universidad y en otros varios sitios de la ciudad. Después de tanto ver a los 6 pivones posando allí todo monas con una casa en llamas detrás pensé que tenía que ver esa peli, y así lo hice.
No vayamos a engañarnos, es una mierda de las gordas, pero anda que no te lo pasas bien. Si tuviera que calificar el film con un sólo adjetivo diria que es una película inocente, y la verdad, si está hecho así a propósito tengo que aplaudir.
Digo que es inocente porque es como un niño pequeño que te enseña un dibujo horroroso con toda la ilusión y te pregunta que si te gusta. No puedes hacer más que pensar «ui que mono» y decirle «sí querido, sí, lo haces muy bien» y lo terminas colgando en la nevera. Pues lo mismo, miras la peli y te ríes de lo mala que es.
La historia no tiene secreto: el grupillo de jamonas quiere hacer una broma que acaba con una de ellas muerta, tiran el cadáver en un pozo, juran silencio eterno y el día de la graduación un psicópata con una toga quiere matarlas a todas. Lo de siempre.
Lo verdaderamente guai es que cada personaje que aparece está odiosamente estereotipado, además de mal interpretado, y dan tanta rabia que quieres que los maten a todos. Y así lo hacen.
Además el guión no tiene ni una frase que no sea un topicazo y no aparece ninguna situación nueva ni sorprendente. Con el asesino te partes porque se le puede señalar con el dedo desde el momento en que entra en escena y todo sucede de una forma tan absurda que dan ganas de reirse hasta quedar catatónico.
Los giros de guión se quedan en intento y los personajes se van volviendo locos porque sí, sin ningua explicación o con una explicación salida de un juego de manos horroroso. A mi me ha gustado, la verdad, porque iba dispuesto a esto y almenos hay algún asesinato tímidamente original, cosa que se agradece.
Puestos a pedir, creo que para hacerlo todo más sordido a la vez que atractivo, podrian salir más tetas, que también se agradecen en esta clase de películas. Una chica las enseña gratuitamente en una escena donde tampoco hacia falta, manteniendo este rollo absurdo constante del film.
Los guiños a películas clásicas de terror se cuentan por decenas y están tan mal conseguidos que, en definitiva, toda la película parece un fiestón que termina en desmadre total. Pero como es una fiesta, vale todo.
Y ojo que si tiene éxito nos comemos una secuela!