La fusión de conceptos más electrificante. Así bauticé al Electrovaya Maya 300, un Smart canadiense totalmente eléctrico con las puertas de un Matiz, la parrilla de un Mercedes y los retrovisores de un Mini, entre otros. Vía WindingRoad nos llegan imágenes del modelo de emisiones cero en vivo. Pero lo más curioso es que lo venden en eBay por un precio de subasta de 5.100 dólares, que al cambio son 4122 €. Demasiado caro para lo que ofrece. ¿Se referirá a todas las unidades que aparecen en las imágenes? Aun así me parece caro.
Curioso, de lejos parece un microcar de esos que en un toque urbano el coche se parte por la mitad, y una de esas mitades desaparece. Y de hecho, lo es. Con la única diferencia que es un clon, pero… ¡canadiense!
Las unidades, que se fabrican en Canadá, se almacenan en un almacén (valga la redundancia) junto a los miles de clones eléctricos del Smart. Fly-Bo EV, Hyoyun Electromobile y decenas de clones desconocidos comparten aparcamiento con el Electrovaya Maya 300. Lo siento, pero tanto clon junto me produce un rechazo interior, un asco ajeno una sensación interna que me impide escribir como es debido.
Si ahora tuviese que ir por obligación al dichoso almacén, iría, por el simple hecho de traer fotos más buenas, aunque sólo si me pagan el hotel y el viaje.
¿Qué? ¿Que queréis ver el interior? La sorpresa viene ahora. El volante del Electrovaya Maya 300 ¡es de Suzuki!
La puerta, la toma prestada del Daewoo Matiz.
Los asientos son Spalco. Ah, no, perdón, que no son chinos, los canadienses pronuncian la r como g. Los asientos son Spagco.
¡Uy! Ya decía yo que esto tiene truco. Un canadiense dándose la mano con un chino. Esto pinta mal.
Me niego a seguir escribiendo.
Vía: WindingRoad | Enlace: eBay