El verano ha surgido como un período altamente estratégico para la detección y captación de talento en el ámbito laboral. En lugar del ajetreo habitual, esta temporada permite a los profesionales dedicar más tiempo a la búsqueda de empleo, lo que resulta en procesos de contratación más eficaces y reflexivos. Durante este verano, se espera un incremento del 9,4% en el número de contratos firmados, lo que equivale a casi 700.000 nuevos empleados, marcando un récord en comparación con los últimos años.
Este auge en la contratación no solo refleja un crecimiento empresarial sólido en España, sino que también presenta una oportunidad clave para las empresas que buscan reforzar sus equipos. Sin embargo, para transformar esta campaña estival en contrataciones sostenibles y cualitativas a largo plazo, es esencial adoptar un enfoque centrado en las personas y no sólo en las habilidades técnicas.
Según Steelter, una plataforma especializada en gestión del talento, la clave está en priorizar las soft skills, las cuales son fundamentales para detectar perfiles que no solo se ajusten a la cultura organizacional, sino que también la potencien. A menudo, la rotación de personal se debe a una falta de alineación cultural, en lugar de una carencia de competencias técnicas. José Luis Marcó, fundador de Steelter, destaca que “contratar por experiencia y despedir por actitud es el error más caro que siguen cometiendo muchas organizaciones”.
Este verano, frente a ritmos menos frenéticos, las empresas tienen la oportunidad de realizar procesos de selección más exhaustivos, donde se pueda evaluar a los candidatos en aspectos como la adaptabilidad, el trabajo en equipo y la receptividad al feedback. Steelter propone utilizar su plataforma para evaluar estas habilidades en menos de cinco minutos mediante una metodología 360 basada en datos, lo que facilita la toma de decisiones más objetivas y predictivas.
Por lo tanto, las organizaciones que integren una visión estratégica de cultura y desarrollo podrán convertir esta campaña estival en una oportunidad para consolidar equipos robustos y preparados para enfrentar los desafíos futuros. En este sentido, el enfoque debe centrarse no solo en encontrar candidatos que encajen en la cultura existente, sino aquellos que sean capaces de fortalecer y proyectar esta cultura hacia adelante.
