El Último Jefe del Juego en Línea: El Acoso del Copyright

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EFF Presents "Fix Copyright", a design featuring a cartoon mouse hacking his tractor.

Desde los inicios de los videojuegos, los usuarios han modificado software para personalizar sus experiencias o compartir sus visiones con otros. Este fenómeno ha llevado a iniciativas creativas, como la de un padre que transformó al protagonista masculino de un juego en una chica para que su hija pudiera verse reflejada en él. Los videojuegos han sido, así, un medio de participación e interacción cultural donde los jugadores no solo consumen productos, sino que se involucran.

Uno de los títulos que mejor ha reflejado esta experiencia participativa es Everquest, uno de los videojuegos más longevos aún en funcionamiento. Durante años, los jugadores adquirieron el cliente oficial de los desarrolladores de Everquest y, mediante modificaciones, lograron que esos clientes se comunicaran con sus propios servidores, creando nuevas comunidades en el camino.

Sin embargo, los actuales propietarios de Everquest, una firma de capital privado llamada Daybreak, han tomado la decisión de poner fin a esta creatividad independiente. A través de reclamos de derechos de autor, han comenzado a amenazar a los modders que buscan personalizar su experiencia de juego y ejecutar sus propios servidores, donde las mecánicas funcionan de la manera que desean.

Un proyecto que ha captado la atención de Daybreak es “The Hero’s Journey” (THJ). La compañía ha alegado que THJ infringe sus derechos de autor en relación a los gráficos y personajes de Everquest, afectando así su rentabilidad.

Tradicionalmente, cuando una empresa busca remediar un daño real, inicia este proceso con una carta de cese y desistimiento y puede buscar un acuerdo. Sin embargo, en este caso, Daybreak optó por una estrategia intimidatoria, presentando una queja directamente en el tribunal federal. Este enfoque ha intimidado no solo al equipo de The Hero’s Journey, sino también a modders no relacionados.

En la corte, Daybreak presentó imágenes comparativas de dragones y personajes, que resultaron idénticas entre el juego base y el mod, sin aclarar que dichas imágenes provienen del cliente oficial de EverQuest, descargado legalmente por los jugadores. El juez, al ver esta presentación, cortó de manera abrupta el análisis de derechos de autor y emitió una resolución que ha tenido consecuencias negativas para las miles de personas involucradas en comunidades de modding de EverQuest.

Actualmente, Daybreak y los desarrolladores de The Hero’s Journey se encuentran en un proceso de arbitraje privado. Mientras tanto, Daybreak no ha tardado en utilizar la decisión judicial para presionar a otros modders, generando un ambiente de temor entre aquellos que participan por diversión y comunidad, lo que ha llevado al cierre de decenas de servidores de fans y a cambios restrictivos en el software de emulación que utilizan.

Este tipo de situaciones no son inusuales en las comunidades de fandom; ya sea en torno a cambios en licencias de juegos de rol o en las directrices sobre películas de fans de Star Trek, hay tendencias recientes que muestran a propietarios de grandes franquicias decidiendo alienar a sus aficionados más apasionados. Aunque los aficionados crean nuevas experiencias de forma gratuita que inducen a otros a descubrir la obra original, muchas veces, las decisiones de las compañías parecen contrarias a su mejor interés.

Al final, Daybreak puede considerarse victorioso en la imposición de términos unilaterales mucho más restrictivos de lo que permitirían el uso justo y otros derechos de los usuarios. Sin embargo, este enfoque aliena a los mismos seguidores que debería querer atraer, aquellos fans de Everquest que podrían seguir haciendo que el juego sea atractivo para un público más amplio. Si la compañía desea fomentar la creación de contenido y cultivar buenas relaciones con sus seguidores, debe permitir que sus aficionados tengan espacio para jugar y experimentar.
Fuente: EFF.org