La Corte Suprema de los Estados Unidos ha abordado el papel del gobierno respecto a la libertad de expresión en las redes sociales en cinco casos revisados en su reciente período. Un principio fundamental subyace a estos casos: los derechos de los usuarios de Internet bajo la Primera Enmienda para expresarse en redes sociales, ya sea mediante publicaciones o comentarios, pueden verse afectados por la intervención del gobierno en la moderación de contenido, pero no serán vulnerados por decisiones independientes de las propias plataformas.
Una visión general de los casos NetChoice, junto con Moody v. NetChoice y NetChoice v. Paxton, ha analizado el rol del gobierno como regulador de plataformas de redes sociales. La cuestión principal era si las leyes estatales de Texas y Florida que restringían a ciertos servicios en línea de moderar contenido eran constitucionales en sus diversas aplicaciones. La Corte Suprema no tomó una decisión directa al respecto, sino que devolvió los casos a los tribunales inferiores para que revisaran la afirmación de NetChoice de que los estatutos tenían pocas aplicaciones constitucionales válidas.
Sin embargo, la corte dejó claro que Facebook y YouTube ejercen sus propios derechos de la Primera Enmienda en cómo organizan y muestran el contenido. Por lo tanto, las leyes en cuestión no podían aplicarse constitucionalmente a las características como el Newsfeed de Facebook y la página principal de YouTube, lo cual representa un primer paso en la evaluación de la constitucionalidad de dichas leyes.
Además, en los casos Lindke v. Freed y Garnier v. O’Connor-Ratcliffe, se examinó el papel del gobierno como usuario de redes sociales que quiere utilizar todas las funciones disponibles de su cuenta, incluida la capacidad de bloquear otros usuarios y eliminar comentarios. La Corte Suprema instruyó a los tribunales inferiores a evaluar primero si un funcionario gubernamental tenía autoridad para hablar en nombre del gobierno antes de determinar si utilizó su página de redes sociales para fines gubernamentales, lo que activaría las protecciones de la Primera Enmienda para los comentaristas.
En el caso Murthy v. Missouri, que abordó la coerción gubernamental sobre plataformas, la Corte Suprema determinó que los demandantes no tenían legitimidad para presentar sus reclamos, ya que no pudieron demostrar que sus daños estaban relacionados directamente con la acción de los acusados federales.
El análisis de estas decisiones de la Corte Suprema revela varios temas comunes. En primer lugar, los usuarios de Internet tienen el derecho a expresarse en redes sociales, y este derecho puede ser vulnerado cuando el gobierno interfiere en la moderación del contenido. Sin embargo, este derecho no será vulnerado por decisiones editoriales de las plataformas. Asimismo, la corte ha reconocido que las plataformas de redes sociales moderan regularmente la expresión de los usuarios, lo que implica un nivel de decisiones editoriales activas.
Por otro lado, estas resoluciones confirman que las reglas tradicionales de la Primera Enmienda también se aplican a las redes sociales. Cuando el gobierno controla elementos de una página de redes sociales, tiene las mismas obligaciones que tiene en espacios controlados fuera de línea, como parques o auditorios públicos.
Si bien quedan muchos problemas legales relacionados con las redes sociales por determinar, el período de la Corte Suprema 2023-24 ha establecido reglas importantes que protegerán la libertad de expresión y servirán como fundamento para futuras decisiones en este ámbito.
Fuente: EFF.org