El temor a una crisis económica impulsa la venta de cajas fuertes

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Hay muchos indicadores económicos que aseguran que una nueva crisis económica se está aproximando. Esto ha provocado que cada vez sean más el número de familias que se deciden a comprar una caja fuerte donde poner a buen recaudo todos sus bienes. Aunque la prensa no para de lanzar titulares relacionados con la crisis, aún se puede parar y dar la vuelta a la tortilla. En cualquier caso, corren tiempos de cambio, y las grandes y medianas fortunas han reaccionado protegiendo sus respectivos patrimonios.

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¿Lo harán a través de la renta variable, las letras del tesoro o se refugiarán en el ‘ladrillo’? Se estima que la inversión en metales preciosos y la acumulación del dinero fiduciario serás las opciones dominantes, lo que impulsará la venta de cajas fuerte. Los causantes detrás de esta demanda han sido analizados por medios financieros como Bloomberg, que asegura: «Para algunos, es por la amenaza de una recesión global. Otros evitan los depósitos bancarios, ya que las tasas de interés negativas obligan a los prestamistas a cobrar por mantener el efectivo. Incluso hay quienes están preocupados por los desastres naturales».

Las principales empresas y fabricantes del sector de la caja fuerte también se han pronunciado acerca de este boom, cuyo único precedente se remonta al año 2008. El interés por conservar el dinero fiduciario y los bienes preciados está cobrando fuerza mes a mes. Incluso al margen de escenarios catastrofistas, desde Arcas Gruber consideran que «disponer de unos sistemas de seguridad óptimos garantiza una gran seguridad y una libertad a la hora de realizar nuestras actividades diarias, ya sea en nuestra vivienda o en nuestro negocio».

¿Qué buscar en una caja fuerte de calidad?

Como avisan desde Arcas Gruber, «las cajas fuertes se emplean a diario por toda clase de personas y en todo tipo de localizaciones, desde hogares hasta empresas o entidades bancarias». Y es que una caja fuerte es mucho más que un aliado en momentos de inestabilidad económica. Sin embargo, comprar cajas fuerte puede ser un desafío para los consumidores poco familiarizados con estos productos de seguridad.

«La mayoría de hogares en España no tienen las medidas mínimas de seguridad física y electrónica», explican desde Arcas Gruber. Uno de los primeros aspectos a analizar es el tamaño del modelo. Su elección depende de los bienes y objetos que deseen guardarse (llaves, documentos, joyas, dinero en efectivo, etc.) y de las dimensiones del espacio donde vaya a instalarse.

Este último punto debe ser estudiado con detenimiento. Estos productos han sido diseñados «para soportar los ataques desde el exterior mediante su composición con materiales de alta resistencia y un sistema de cierre de máxima seguridad», como explican desde Arcas Gruber, lo que significa que su peso es muy elevado, no siendo un elemento que pueda cambiarse de lugar fácilmente.

El nivel de seguridad y el amparo de las compañías de seguros es otro punto de análisis. «Si se necesita un grado de seguridad determinado, según la normativa vigente, puede ser que en su caso necesite un modelo de Grado III», aseguran los profesionales de esta empresa vizcaína, pues la homologación repercute en la calidad y precio de la póliza de seguro contratada.

Por otra parte, es posible que se necesiten cualidades específicas, como un modelo a prueba de fuego, con cerradura de seguridad de doble bit, con sistema biométrico de bloqueo de huellas dactilares, etc. En cualquier caso, las cajas fuertes «son necesarias para todo tipo de actividad que requiera de un sistema de protección fiable ante cualquier intento de robo», concluyen desde Arcas Gruber.