Entre las películas animadas que han pasado a la historia, El Rey León sigue estando entre las más deslumbrantes y emotivas. La película transcurre en un reino de leones, en la sabana africana, y tiene influencias de diferentes relatos bíblicos como el de Moisés, José y la obra de teatro Hamlet, de William Shakespeare.
Simba es el hijo del benévolo rey Mufasa, y a medida que va creciendo se convierte en un pequeño cachorro de león, travieso y orgulloso. Para convertirse en el rey, no solo tendrá que crecer y aprender a hacerse responsable de sus actos, sino que tendrá que enfrentarse a la maldad de las hienas y a su tío Scar, que detrás de sus palabras dulces, esconde oscuras intenciones.
Probablemente todos hayan visto El Rey León, pero para aquellos que todavía no han tenido oportunidad, no vamos a arruinarles este relato increíble, de amistad, valentía, responsabilidad, sueños y crecimiento. Ideal para grandes y chicos, al igual que otros títulos de Disney, El Rey León combina momentos dramáticos con otros de comedia, y todo amenizado con excelentes canciones que componen una de las bandas sonoras más queridas del estudio de Walt Disney.
El éxito de la película permitió hacer otras dos entregas, aunque al igual que Aladdín 2, estas solo salieron en formato de video. El Rey León es un viaje mágico, por sus canciones, por su calidad de animación, y por el mensaje, ya que detrás de las tragedias, se esconden instancias de crecimiento y maduración, siempre y cuando estemos dispuestos a hacernos cargo de lo que nos toca.
Si no viste El Rey León, no pierdas tiempo, y si quieres verla con niños pequeños, entonces prepárate para regresar en el tiempo a una época en la que Disney creaba clásicos animados que perduraban por décadas.
