El Consejo de la Unión Europea se encuentra en una nueva fase de debate sobre su polémica propuesta de escaneo de mensajes, conocida como “Chat Control”. Esta iniciativa tiene como objetivo escanear las conversaciones privadas de miles de millones de personas, lo que ha suscitado un fuerte rechazo por parte de diversas organizaciones y expertos en derechos fundamentales.
Desde su introducción en 2022, “Chat Control” ha sido objeto de múltiples ajustes menores, impulsados por diferentes presidencias del Consejo, pero su esencia sigue siendo la misma: obligar a los proveedores de servicios, incluidos aquellos de comunicación y almacenamiento cifrado de extremo a extremo, a escanear todas las comunicaciones y archivos para detectar “material abusivo”. Este proceso emplearía una técnica llamada escaneo del lado del cliente, que consiste en analizar el contenido en el dispositivo antes de su envío. Sin embargo, muchos consideran que en la práctica esto supone una forma de vigilancia constante y un acceso indiscriminado a la información almacenada en los dispositivos.
A pesar de los intentos de la presidencia danesa de asegurar que esta medida no infringe el cifrado de extremo a extremo, numerosos expertos advierten que en realidad, este enfoque destruye la esencia de dicha protección. Ceder a la vigilancia del gobierno, aunque se presente de manera bien intencionada, puede tener graves consecuencias, afectando especialmente a periodistas, denunciantes, activistas y defensores de derechos humanos.
Además, de ser aprobado, “Chat Control” podría comprometer seriamente la privacidad y las promesas de seguridad que ofrecen aplicaciones de comunicación cifrada como Signal y WhatsApp. Signal ha llegado incluso a declarar que podría retirar su aplicación de la UE si se aprobara esta regulación. Resulta igualmente inquietante que las comunicaciones estatales estén excluidas de este escaneo, lo que revela una conciencia del riesgo implícito en la propuesta.
Esta iniciativa no se limita a los ciudadanos europeos, ya que afectaría a usuarios de todo el mundo. Si las plataformas deciden permanecer en la UE, se verían obligadas a escanear las conversaciones de todos sus usuarios europeos. Esto pone en riesgo la privacidad de personas fuera de la UE que se comunican con europeos.
A pesar del rechazo generalizado, Dinamarca está avanzando en su propuesta, que se presentará en la reunión del Consejo de Justicia y Asuntos de Interior programada para el 14 de octubre. Se hace un llamado urgente a la presidencia danesa para que reconsidere esta push, teniendo en cuenta las preocupaciones sobre derechos fundamentales. Cualquier iniciativa que comprometa el cifrado de extremo a extremo y habilite el escaneo de nuestras comunicaciones debería ser bloqueada. La privacidad y la seguridad de los usuarios deben prevalecer sobre las exigencias de vigilancia estatal.
Fuente: EFF.org