El Papel Activo del Usuario en la Nueva Era del Fraude, Según GDS Link

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El fraude de identidad sintética se ha convertido en una preocupación creciente para el sistema financiero, operando de forma silenciosa y calculada. Este tipo de fraude se desarrolla progresivamente, aprovechando descuidos y brechas en los sistemas de verificación. Los estafadores crean identidades que, a primera vista, parecen legítimas mediante el uso de información real combinada con datos falsos, lo que les permite evadir los controles establecidos por las entidades bancarias.

En este contexto, los delincuentes suelen presentar solicitudes de crédito utilizando un historial financiero aparentemente limpio y direcciones válidas. La rapidez con la que se aprueban estos préstamos, muchas veces en cuestión de segundos, subraya la confianza que el sistema deposita en la validez de la información proporcionada. Sin embargo, tres meses después, cuando el equipo de cobros intenta rastrear a estos «clientes ideales», el silencio se hace latente. Las direcciones son inexistentes y las identidades se desvanecen, dejando tras de sí una estela de pérdidas económicas casi irreversibles.

La sofisticación de los estafadores hace que incluso los usuarios comunes puedan convertirse en víctimas indirectas. A menudo, los estafadores utilizan datos de personas reales para crear identidades fraudulentas, saltándose los controles de verificación. Este aspecto añade un nivel adicional de complejidad para detectar y prevenir fraudes.

Ante este panorama, es crucial que los usuarios adopten un enfoque proactivo. La protección de la información personal, la revisión regular del historial crediticio y la activación de notificaciones y alertas son pasos fundamentales para mitigar el riesgo. Además, es fundamental desconfiar de ofertas que parecen demasiado atractivas y actuar con rapidez ante cualquier sospecha.

El impacto económico de este tipo de fraude es alarmante, con pérdidas que en 2024 alcanzaron los 12.500 millones de dólares. Las estimaciones indican que solo los otorgantes de crédito perdieron 3.200 millones por fraude sintético en 2024, y se espera que esta cifra ascienda a 5.000 millones en 2025. Los defraudadores están cada vez más equipados con herramientas de inteligencia artificial, lo que dificulta la tarea a las instituciones financieras.

Para combatir esta creciente amenaza, estas entidades deben adaptarse e implementar tecnologías y estrategias que les permitan tomar decisiones en tiempo real. La combinación de análisis de vínculos, controles de velocidad y sistemas antifraude es esencial para identificar patrones sospechosos antes de que se consigan concretar los fraudes. La clave radica no solo en la capacidad de emitir un «sí» o un «no» durante el proceso de aprobación de crédito, sino en comprender la verdadera naturaleza detrás de cada solicitud.

GDS Link Modellica se posiciona como un referente en la tecnología decisional para la gestión del riesgo crediticio, ofreciendo soluciones que automatizan decisiones y minimizan la exposición al riesgo mediante inteligencia artificial y modelos predictivos avanzados. En un mundo cada vez más amenazado por el fraude, la colaboración y la alerta constante parecen ser los mejores aliados para proteger tanto a los usuarios como a las entidades financieras.