El Congreso Internacional de Universidades y Escuelas de Negocios celebrado este mes de septiembre en la Fundación Rafael del Pino en Madrid ha congregado a los principales expertos del país, Europa, Estados Unidos, América Latina y Asia para debatir las claves del éxito para conseguir el liderazgo en la gestión de la educación del Siglo XXI.
Bajo el lema «Conectando la Universidad y Escuelas de Negocios con la Innovación» el foro ha servido como marco para analizar los retos, oportunidades y desafíos de la innovación en el marco de la cuarta revolución industrial y tecnológica. Todo ello desde el papel que hoy juegan las universidades como agentes del cambio y la transformación de los territorios.
Uno de los aspectos tratados en el evento ha sido la necesidad de que las universidades y escuelas de negocio asuman un enfoque mucho más humanístico en su gestión para garantizar una sostenibilidad futura. Este enfoque, defendido precisamente en el Congreso por el CEO de la institución académica de formación on-line, Formación Universitaria, y experto en liderazgo y gestión de organizaciones empresariales, Ignacio Campoy, ha sido el que ha centrado su intervención durante su conferencia magistral.
Desde el enfoque integrador del Metaliderazgo, sobre el cual Campoy ha escrito su último libro, este experto se ha referido a la necesidad de adoptar un cambio en el modelo de gestión en empresas y organizaciones, ya que la situación actual en el ecosistema empresarial de nuestro país «invita a replantearse si efectivamente necesitamos asumir una manera diferente de liderar, teniendo en cuenta que una de cada cuatro empresas en España está en crisis y que se avecinan tiempos complicados para las escuelas de negocios y universidades».
El Metaliderazgo defendido por Campoy significa asumir un modelo de liderazgo superior, que integra a otros tipos de liderazgo y que sugiere que los líderes más eficaces o productivos son aquellos que utilizan los cuatro comportamientos de personalidad universales, cada uno en su justa medida y en el momento oportuno. Todos los estilos o dominancias de comportamiento son vitales y cada uno tiene sus fortalezas y debilidades: dominante, estable, minucioso e influyente. En palabras del propio Campoy, «Liderar es integrar y eso significa tener una enorme capacidad de adaptación desde los citados estilos de liderazgo».
La puesta en valor aportada por el enfoque innovador de Campoy con sus estudios sobre Metaliderazgo ha sido precisamente una de las aportaciones más aplaudidas en estos dos días de conferencias, paneles y espacios de presentación donde el papel de las universidades y escuelas de negocio como agentes de cambio ha quedado puesto sobre la mesa y donde tan necesario es debatir sobre el futuro que se dibuja para este tipo de centros.