Todos sabemos que en Estados Unidos hasta hace bien poco pasaban del tema de las emisiones y del consumo de sus vehículos, pero de un tiempo a esta parte, parece que se están mentalizando sobre el riesgo y los problemas que conlleva esa política. Arnold Schwarzenegger, gobernador de California, presentó un plan para reducir las emisiones considerablemente, y aunque no ha sido aprobado por la Casa Blanca, ésta también tiene sus propias medidas.
Y es que según estas medidas, todas las marcas que comercialicen sus productos en suelo estadounidense, deberán tener un consumo medio de tan solo 6,7 litros a los 10okm para el año 2020, y digo tan solo porque todos sabemos las cifras de gastos que suelen tener los coches americanos. A raíz de eso varias marcas han tenido que dejar aparcados algunos proyectos (Chrysler por ejemplo se despide de los motores HEMI) o bien intentar lanzar otro tipo de tecnología (Ford se interesa por los motores turbo de inyección directa).
General Motors, de momento, ha congelado el desarrollo del Corvette C7 y si quiere seguir llevándolo a producción se tendrá que poner las pilas a la hora de desarrollar una tecnología que no le haga perder prestaciones pero si le haga perder consumo, o bien queda otra solución, que es someterlo a una dieta de adelgazamiento intensivo.
Vía Autoblog