Ayer leí “El baile” de Irène Némirovsky. Y recordé lo que Reyes Caceres escribió en su post: todo un descubrimiento. Y he descubierto una joya cuya lectura se diluye en apenas una hora…
La familia Kampf se enriquece gracias a una jugada maestra en la bolsa y vive ahora en un lujoso piso. La siguiente jugada ha de ser integrarse en la alta sociedad. La señora Kampf, Roisine, organizará un baile en su flamante piso para darse a conocer e introducirse en los ambientes más selectos. Los personajes grises junto con los diálogos cortantes y cargados de reproches provocan sensaciones tan oscuras que cargan de humo el ambiente.
La autora retrata con gran perspicacia a una mujer que en su querer aparentar constante vive amargada. Y de la mala relación con su hija. Una joven que sueña constantemente con recibir amor; el amor de un joven que la bese y que la haga sentir libre; el amor que aunque su madre no le transmite la hace remontarse a un tiempo en el que ese cariño anhelado sí parece que existió. Pero la realidad es que su madre la desprecia continuamente, la humilla y descarga todas sus frustraciones en la joven. Antoinette todo lo soporta aparentemente resignada. Pero en cuanto su madre le prohíbe asistir al baile, el odio que ha acumulado todo ese tiempo brotará en un simple gesto, enfrentándose así a ella de la manera más cruel.
