Los manuales de música clásicos definían la Fuga como una «composición a varias voces, escrita en contrapunto, cuyos elementos esenciales son la variación y el canon».
El libro del mismo título escrito por Sergio Pitol se convierte en un galope acelerado. En su trayecto se puede encontrar: memoria, escritura, lecturas y un final: un «Viaje a Chiapas», una visita del autor a la zona del conflicto.
El lector creerá internarse en un ensayo para de pronto encontrarse en un relato, que se convertirá en el relato de una vida, el testimonio de un viajero, de un lector hedonista y refinado, de un niño deslumbrado por la inmersa variedad del mundo.
Es de esos libros que al leerlos hacen el efecto de estar viajando, pero no de un viaje premeditado y organizado, sino de impresiones o brochazos de vida múltiple y azarosa en cuanto a experiencias.
Voces de ese mundo son las que nos trasmiten sus palabras. En el apartado que dedica a la escritura me gusta cuando dice:
«Un escritor a menudo oye hablar sin escuchar una palabra; otras voces lo tienen atrapado. La voz de una persona real desaparece o se convierte en mera música de fondo. A veces unas cuantas palabras, lo remiten a tal o cual personaje imaginario. Otras, ¡y allí está lo sorprendente! ni siquiera el escritor sabe que las voces que trata de incorporar a un personaje, o a una trama, no están destinadas a ese relato, que bajo esa trama existe agazapada otra, que lo aguarda. Un escritor es alguien que oye voces a través de las voces. Se mete en la cama y de pronto esas voces lo obligan a levantarse, a buscar una hoja de papel y escribir tres o cuatro líneas, o tan sólo un par de adjetivos o el nombre de una planta«.
Si como afirma en estas páginas «todo está en todo», la fuga se vuelve también un irónico paseo. El elenco cultural es amplísimo, como también la geografía. No hay cronologías que valgan: todo está en todo.
Como él mismo dice: «me aventuro a creer, que uno es los libros que ha leído, la pintura que ha visto, la música escuchada y olvidada. Uno es su niñez, su familia, unos cuantos amigos, algunos amores, bastantes fastidios. Uno es una suma mermada por infinitas restas. Uno aprende y desaprende a cada paso«.