EFF Alega Ante el Tribunal de Virginia que las Protecciones de Privacidad Constitucional Prohíben a la Policía Identificar a Quienes Buscaron una Palabra Clave

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La privacidad en línea se encuentra en el centro de un debate crucial, especialmente a medida que los cuerpos de seguridad buscan acceder a información personal a través de motores de búsqueda de Internet. Un caso relevante es el de Commonwealth v. Clements, que está próximo a ser revisado por una corte de apelaciones en Virginia. En este caso, la policía solicitó un «orden de allanamiento inverso», un nuevo tipo de solicitud judicial que obliga a motores de búsqueda como Google a proporcionar datos sobre todas las personas que han realizado búsquedas de una palabra o frase específica en línea.

Aunque el juez del tribunal de primera instancia reconoció la importancia de la privacidad en las consultas de Internet, no logró ver las profundas implicaciones negativas que estos órdenes de búsqueda pueden generar, manteniendo por tanto la solicitud. Sin embargo, organizaciones como la Electronic Frontier Foundation (EFF) y la ACLU han argumentado que las órdenes de búsqueda inversas comprometen la protección de la privacidad, amenazan la libre expresión y contradicen los principios del Cuarto Amendment de la Constitución de Estados Unidos y su equivalente en la Constitución de Virginia.

La implementación de una orden de búsqueda de este tipo requiere que un motor de búsqueda revise su base de datos completa de consultas para identificar las cuentas o dispositivos que realizaron una búsqueda relacionada. Dada la inmensa cantidad de datos que maneja Google, esta técnica se convierte en una red de captura extremadamente amplia, que probablemente incluya información de personas sin conexión aparente con el delito en cuestión. La falta de un sospechoso específico en estas indagaciones revela una preocupación fundamental: estos métodos de búsqueda operan de manera muy alejada de los principios que deben regir una investigación legal adecuada.

Históricamente, el Cuarto Amendment prohíbe búsquedas indiscriminadas, y las órdenes de búsqueda inversas podrían ser consideradas como versiones modernas de los «órdenes generales» que condujeron a la creación de esta importante protección constitucional. Además, el hecho de que estas órdenes obliguen a las empresas a entregar registros sobre cualquier persona que haya buscado un término específico convierte a muchos ciudadanos en sospechosos potenciales. Este enfoque ha sido criticado en varios casos, ya que puede socavar la necesidad de causa probable en las investigaciones.

El derecho a la privacidad tiene especial relevancia en la búsqueda de artículos que reflejan el pensamiento y la libre expresión de una persona, como las consultas en línea. En un mundo donde el acceso a la información es vital para la participación en la sociedad moderna, es preocupante que los usuarios puedan sentirse intimidados al buscar información sobre temas delicados, como salud reproductiva o seguridad pública, por temor a que sus búsquedas sean interpretadas como sospechosas.

La corte de apelaciones de Virginia tiene la oportunidad de reafirmar las protecciones de privacidad y expresión al dictar que este tipo de órdenes no son compatibles con los derechos constitucionales garantizados a nivel federal y estatal. La decisión en Clements podría tener implicaciones significativas que trascienden las fronteras de Virginia, marcando un precedente sobre cómo se manejan las búsquedas en el entorno digital.

Fuente: EFF.org