Disminución del 11% en las Fatalidades del Transporte Ferroviario en 2024

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A train crash.

En 2024, la cantidad de personas fallecidas en accidentes ferroviarios en la Unión Europea se redujo a 750, lo que representa una disminución del 10,8% en comparación con el año anterior, donde se registraron 841 muertes. Este descenso se produce después de dos años consecutivos de aumento en la cifra de fatalidades en el transporte ferroviario, marcando un cambio en la tendencia que había comenzado a disminuir desde 2014 hasta 2019, período en el que el número de muertes se redujo en aproximadamente un 22%. A finales de 2021, se había observado un descenso notable de casi el 15% en relación con 2019, coincidiendo con la caída drástica en el transporte de pasajeros debido a la pandemia global.

Casi dos tercios de las fatalidades en 2024 involucraron a personas no autorizadas en las vías, alcanzando un 65,6% del total. El segundo grupo más afectado corresponde a los usuarios de pasos a nivel, que representaron el 25,5%. Los empleados ferroviarios constituyen un 3,7%, mientras que la categoría de ‘otros’ se sitúa en el 3,1%, y los pasajeros del tren se encuentran en la parte baja de la lista con un 2,1%.

Estos datos, publicados por Eurostat, destacan un panorama preocupante pero con una tendencia alentadora hacia la reducción de muertes en el transporte ferroviario. Sin embargo, una problemática separada pero igualmente significativa es el alto número de suicidios que ocurren en instalaciones ferroviarias, que se reportan por separado de los accidentes. En 2024, se registraron 2 357 suicidios en estos contextos, cifra que, aunque refleja una tendencia a la baja respecto a 2014, sigue siendo notablemente mayor que las muertes por accidentes.

Los países con más fatalidades en accidentes ferroviarios en 2024 incluyeron a Polonia, con 163 muertes, seguida por Alemania con 142 y Rumania con 65. Por otro lado, los números más bajos se observaron en Luxemburgo y Eslovenia, que no reportaron ninguna fatalidad, y en Estonia e Irlanda, con solo una muerte cada uno, seguidos de Finlandia y Letonia, con cuatro.

A medida que se avanza hacia una mayor seguridad en el transporte ferroviario, la persistente cifra de suicidios subraya la necesidad de no solo abordar los accidentes, sino también de implementar políticas efectivas que atiendan los problemas de salud mental y vulnerabilidad social.