En 2022, cada habitante de la Unión Europea (UE) desperdició alrededor de 132 kilogramos (kg) de alimentos. En total, la UE generó 59,2 millones de toneladas de desechos alimentarios, incluyendo tanto las partes comestibles como las no comestibles.
El 54% de estos desperdicios provino de los hogares, lo que equivale a 72 kg por habitante. El 46% restante se generó en las fases anteriores de la cadena de suministro de alimentos: el 19% en la fabricación de productos alimenticios y bebidas (25 kg por habitante), el 11% en restaurantes y servicios de comida (15 kg por habitante), el 8% en el comercio minorista y otras formas de distribución de alimentos (11 kg por habitante) y otro 8% en la producción primaria (10 kg por habitante).
Estas cifras se basan en la obligación de informar sobre los desperdicios alimentarios establecida en la Directiva Marco de Residuos (2008/98/EC) por sector de actividad, según la clasificación estadística de actividades económicas en la Comunidad Europea (NACE rev. 2) y por los hogares.
Este reporte coincide con la celebración del Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, marcado el 29 de septiembre.
