Con la llegada del verano, los expertos en salud resaltan la importancia de mantener niveles adecuados de vitamina D, un nutriente esencial para la salud ósea, muscular y la regulación del sistema inmunitario. Según Cigna Healthcare, la exposición solar moderada, una alimentación balanceada y la posible suplementación bajo supervisión médica son fundamentales para prevenir deficiencias.
La vitamina D se produce principalmente en la piel gracias a la exposición a los rayos UV del sol, aunque algunos alimentos como pescados grasos, huevos y productos lácteos enriquecidos aportan pequeñas cantidades. A pesar de que el verano podría parecer el momento ideal para obtener esta vitamina, factores como el envejecimiento de la piel, el uso excesivo de protector solar y ciertas condiciones de salud pueden limitar la síntesis cutánea. Las personas con piel más oscura, así como aquellas con sobrepeso, también enfrentan desafíos adicionales para alcanzar niveles adecuados.
La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición ha señalado que un 40% de la población española presenta déficit de vitamina D, un dato alarmante que puede tener graves consecuencias, como un mayor riesgo de osteoporosis y enfermedades cardiovasculares. La Dra. Daniela Silva, especialista en Medicina Interna de Cigna Healthcare España, subraya que, aunque muchas personas creen que están protegidas en verano, los niveles de vitamina D pueden ser bajos. Se aconseja una exposición solar responsable, evitando las horas pico de radiación.
Cigna Healthcare propone algunas prácticas concretas para asegurar la adecuada ingesta de vitamina D. Entre ellas se encuentran la exposición breve al sol en horas de menor intensidad, una dieta que incluya fuentes naturales de vitamina D, moderar el consumo de alcohol y, si es necesario, considerar la suplementación bajo orientación médica. Además, se enfatiza la importancia de mantener un estilo de vida saludable a través de la actividad física y el manejo del estrés.
Es crucial realizar controles médicos periódicos, especialmente para las personas de mayor edad o con enfermedades crónicas, quienes pueden tener dificultades para sintetizar esta vitamina. En este contexto, adoptar un enfoque personalizado y preventivo puede ser la clave para mantener niveles óptimos de vitamina D y, por ende, una mejor salud general.
