La digitalización y el uso inteligente de los datos se han erigido como herramientas fundamentales para el avance hacia ciudades más sostenibles y resilientes, centradas en el bienestar de sus habitantes. Este enfoque ha sido el núcleo del foro ‘Ciudades Digitales, Ciudades Sostenibles’, recientemente celebrado, donde se han reunido expertos, profesionales y organizaciones relevantes para discutir cómo la tecnología está transformando los entornos urbanos de manera concreta.
El evento, organizado por la Fundación VASS en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid, marcó el cierre de la segunda edición del Diploma sobre Digitalización y Sostenibilidad. Este encuentro ha servido como un espacio de análisis sobre los principales desafíos urbanos del momento, tales como la eficiencia en el uso de recursos, la reducción del impacto ambiental y la mejora de los servicios públicos, además de la necesidad de construir ciudades más preparadas para el futuro.
Las ciudades, que concentran gran parte de la población y la actividad económica, se encuentran en el epicentro de los desafíos ambientales y sociales del siglo XXI. En este sentido, la implementación de soluciones digitales permite a las administraciones y actores urbanos tomar decisiones basadas en datos fiables y en tiempo real, optimizando la gestión de sectores esenciales como la energía, la movilidad, el agua y la gestión de residuos.
Durante el foro, expertos como Isidora Díaz Heredia, CSO de Parques Reunidos; Jorge Portillo, CEO de Greemko; y Javier Morales, consejero técnico del Ayuntamiento de Madrid, coincidieron en la importancia de aplicar tecnología a los servicios urbanos como un elemento indispensable para alcanzar modelos de ciudad más eficientes y sostenibles. En la primera mesa redonda se destacó que, aunque la digitalización facilita la medición y gestión del impacto ambiental y social, el verdadero reto es de carácter cultural y organizativo. La coordinación entre distintas áreas, países y equipos, así como la superación de resistencias internas, se identificaron como desafíos significativos tanto en el sector público como en el privado.
Los participantes pusieron de manifiesto ejemplos concretos de impactos positivos de la digitalización, tales como el ahorro energético y la mejora en la seguridad y salud. No obstante, también se subrayó que la medición precisa de la huella ambiental, especialmente en lo que se refiere a su alcance 3, sigue representando un desafío técnico y cultural. En muchos casos, la sostenibilidad se percibe más como una obligación normativa que como una ventaja competitiva.
Desde el ámbito de la administración pública, se resaltó la integración de datos de diferentes áreas como una de las palancas digitales más importantes para optimizar la gestión urbana, aunque todavía existen barreras políticas y normativas que dificultan el intercambio de información. Con esto en mente, se enfatizó la necesidad de combinar incentivos económicos y regulatorios con un mayor compromiso ciudadano, cuya demanda por opciones sostenibles es clave para lograr una transformación real y duradera.
El uso de datos avanzados y de inteligencia artificial fue otro tema central del debate. La capacidad para recolectar, analizar y compartir información de manera estructurada es fundamental para mejorar la planificación urbana y anticiparse a problemas, al tiempo que se evalúa el impacto real de las políticas públicas en términos ambientales, económicos y sociales. En la segunda mesa redonda, se evidenció que los mayores esfuerzos continúan dirigidos hacia la recolección y estructuración de datos más que en la aplicación de modelos avanzados.
Los expertos también abordaron el llamado «trilema del dato», que implica calidad, volumen y dispersión, y cómo mejorar uno de estos factores suele afectar a los otros. El auge de la inteligencia artificial generativa está cambiando la forma de analizar y consumir información, aunque ha suscitado preocupaciones sobre la dependencia excesiva de sistemas automatizados y su impacto ambiental.
Además, se coincidió en la necesidad de un cambio de paradigma en la gestión urbana, transitando de modelos de planificación rígida hacia enfoques que prioricen la monitorización continua y la flexibilidad, permitiendo responder con mayor agilidad a la incertidumbre y a los cambios rápidos.
Desde la Fundación VASS, se enfatizó que la transformación digital debe tener un impacto positivo directo en la vida de los ciudadanos y contribuir a disminuir desigualdades. Antonio Rueda, director de la Fundación, subrayó que «la sostenibilidad urbana no puede abordarse sin una gestión inteligente de los datos y sin una visión tecnológica orientada al bienestar social».
En conclusión, el foro subrayó la relevancia de la colaboración entre el ámbito académico, el sector empresarial y las administraciones públicas para avanzar hacia modelos de ciudad más sostenibles. La creación de espacios de diálogo y reflexión compartida es clave para acelerar la adopción de soluciones tecnológicas eficaces y sostenibles en el tiempo. Con iniciativas como esta, la Fundación VASS reafirma su compromiso como agente promotor del diálogo entre tecnología, sostenibilidad y políticas públicas, en busca de una ciudad construida sobre el uso responsable de datos, la innovación con propósito y la colaboración de todos los actores del ecosistema urbano.





