En el mundo del diseño de interiores, la atención a los detalles puede marcar la diferencia entre un salón acogedor y uno que se siente desactualizado. Recientemente, varios diseñadores de renombre han compartido sus observaciones sobre cuatro elementos comunes que tienden a envejecer un salón, ofreciendo al mismo tiempo consejos sobre cómo actualizarlos para revitalizar el espacio.
El primer elemento en la lista son los muebles de gran tamaño y formas pesadas. Según la diseñadora de interiores Laura Martínez, los muebles voluminosos pueden dar una sensación de agobio. «Elegir piezas más ligeras, tanto visual como físicamente, puede crear una atmósfera más abierta y fluida», sugiere. Optar por sofás de líneas limpias y sillas elegantes puede transformar instantáneamente el ambiente.
Otro factor que puede dar una apariencia obsoleta a un salón son las cortinas pesadas y opacas. La decoradora Ana Ruiz recomienda reemplazarlas por opciones más livianas, como estores enrollables o cortinas de gasa. «Las telas ligeras permiten la entrada de luz natural y dan una sensación de amplitud que es fundamental en cualquier espacio», asegura. Además, los colores claros pueden hacer que la habitación parezca más moderna.
El tercer elemento que envejece un salón son los colores apagados y las paletas frías. Los expertos coinciden en que las tonalidades neutras pueden proporcionar una base elegante, pero es crucial incorporar acentos de color. «Las paletas de colores vibrantes, combinadas con elementos decorativos contemporáneos, pueden revitalizar cualquier habitación», dice el diseñador Fernando González. Una simple capa de pintura en un color más vibrante o el uso de cojines con patrones audaces puede tener un impacto significativo.
Por último, el uso de arte y decoraciones anticuadas también puede hacer que un salón se sienta desactualizado. Los diseñadores sugieren que es mejor optar por piezas de arte contemporáneo o fotografías personalizadas que reflejen los gustos y experiencias del propietario. «El arte debe contar una historia y generar conversación», menciona Ruiz. Cambiar la disposición de las obras o añadir nuevas piezas puede darle un giro fresco a la decoración.
Con estos consejos, los propietarios de viviendas pueden fácilmente transformar un salón envejecido en un espacio moderno y acogedor. Pequeños cambios en los muebles, la iluminación, los colores y el arte pueden hacer que la habitación no solo luzca mejor, sino que también se sienta más agradable y personal. La clave está en atreverse a experimentar con nuevos elementos y mantener la armonía en el diseño.