Con el final de las vacaciones, millones de conductores retoman su día a día con los habituales desplazamientos urbanos, trayectos al trabajo y rutinas de movilidad más estables. Pero tras varias semanas de viajes largos, altas temperaturas y un uso intenso, conviene recordar que el vehículo también requiere una revisión para volver en óptimas condiciones.
Realizar una puesta a punto después del verano no solo ayuda a prevenir posibles averías inesperadas, sino que también es fundamental para garantizar una conducción segura. En este sentido, Prima Seguros, insurtech especializada en automoción, señala cuatro aspectos clave que merece la pena comprobar antes de regresar por completo a la normalidad.
1. Revisa el estado de los neumáticos (y su presión)
Durante el verano, los neumáticos están sometidos a condiciones exigentes: mayor carga, temperaturas elevadas y largos recorridos. Según la DGT, aproximadamente un 5 % de los vehículos —más de un millón— circulan con defectos graves en las ruedas. Por eso, es fundamental comprobar que el dibujo tiene la profundidad adecuada, que no hay deformaciones ni desgastes irregulares y que la presión corresponde a la recomendada por el fabricante. Circular con una presión inadecuada no solo incrementa el consumo de combustible, sino que también compromete la adherencia y la seguridad del vehículo.
2. Comprueba la batería
El calor extremo y la demanda eléctrica extra (aire acondicionado, sistemas multimedia, cargadores) pueden haber afectado en el rendimiento de la batería, especialmente si ya cuenta con varios años de uso. Si el arranque es más lento de lo habitual o notas fallos intermitentes en los componentes eléctricos, es aconsejable acudir a un taller para verificar su estado y evitar una avería inesperada.
3. Revisa los niveles de líquidos esenciales
Aceite del motor, líquido refrigerante, limpiaparabrisas y líquido de frenos son elementos básicos que deben mantenerse en niveles adecuados. En zonas costeras, la humedad y la sal también pueden acelerar el desgaste de ciertos componentes, por lo que es recomendable hacer una revisión más exhaustiva al volver a casa.
4. Atención al sistema de frenos y a la suspensión
Cualquier vibración al frenar, chirrido, o pérdida de sensibilidad puede ser una señal de desgaste. Lo mismo ocurre con la suspensión, que puede haberse visto afectada si el coche ha circulado con mucho peso o por carreteras irregulares. Una revisión preventiva puede evitar sustos y garantizar una conducción más estable y segura.