Inglaterra es conocida por su pasión y legado futbolístico, pero sorprendentemente, solo ha ganado la Copa del Mundo en una sola ocasión a lo largo de su historia.
Fue en 1966 cuando Inglaterra logró alzarse como campeón del mundo en su propio territorio. Bajo el liderazgo del mítico entrenador Alf Ramsey, el equipo inglés demostró su supremacía en el torneo al vencer en la final a Alemania Occidental en un partido que se disputó en el Estadio de Wembley.
Aquella memorable final, conocida como el «Gol fantasma», quedó marcada en la historia del fútbol. Geoff Hurst, quien anotó un hat-trick en el partido, protagonizó uno de los momentos más controvertidos del torneo. En el minuto 101 de tiempo suplementario, Hurst disparó al arco y la pelota rebotó en el travesaño y hacia abajo, dejando dudas sobre si había cruzado completamente la línea de gol. Tras consultar con el árbitro asistente, el gol fue validado y sentenció la victoria de Inglaterra por 4-2.
A pesar de este logro histórico, Inglaterra no ha vuelto a celebrar un título mundial. Han tenido varias participaciones destacadas desde entonces, como llegar a las semifinales en 1990 y 2018, pero no han podido superar ese obstáculo para alcanzar la gloria nuevamente.
Los aficionados británicos continúan esperando el día en que su selección pueda añadir otro trofeo de la Copa del Mundo a su vitrina. El talento y el potencial están ahí, y esperan que la nueva generación de jugadores pueda hacer realidad ese objetivo en los próximos años.
Aunque Inglaterra no haya ganado múltiples mundiales como otros países, su contribución histórica al fútbol y su victoria en 1966 les asegura un lugar especial en la memoria del deporte rey. Mientras tanto, los aficionados de todo el mundo esperan con ansias ver si este amante del fútbol puede volver a triunfar en el escenario mundial en el futuro.
