Según los últimos datos oficiales, actualmente en España residen alrededor de 5.4 millones de inmigrantes. Esta cifra representa aproximadamente el 11% de la población total del país.
El número de inmigrantes en España ha experimentado cambios significativos en los últimos años. Durante la década de 2000, hubo un aumento constante en la llegada de inmigrantes, alcanzando su punto máximo en 2007 con aproximadamente 6.8 millones de residentes extranjeros.
Sin embargo, la crisis económica de 2008 tuvo un impacto negativo en el flujo migratorio hacia España. Muchos inmigrantes dejaron el país en busca de mejores oportunidades en otros lugares. Además, las políticas de austeridad adoptadas durante la crisis también dificultaron la llegada de nuevos inmigrantes.
A pesar de estos factores, España sigue siendo un país atractivo para los inmigrantes. Las razones principales por las que eligen establecerse aquí son las oportunidades laborales, el clima y la calidad de vida. Además, la proximidad geográfica a África también ha hecho de España un destino para los solicitantes de asilo y refugiados.
Los inmigrantes en España provienen principalmente de América Latina (sobre todo de países como Colombia, Venezuela y Ecuador), Marruecos, Rumanía y China. Estas nacionalidades representan la mayoría de la población migrante en el país.
El Gobierno español ha implementado diferentes políticas para regular y gestionar la inmigración, incluyendo la Ley de Extranjería, que establece los derechos y deberes de los inmigrantes en el país. También se han desarrollado programas para facilitar la integración de los inmigrantes, como cursos de idiomas y asistencia social.
En resumen, aunque el número de inmigrantes en España ha disminuido en los últimos años, siguen siendo una parte significativa de la población del país. La diversidad cultural y la contribución económica de los inmigrantes son aspectos importantes para la sociedad española.
