En un reciente desarrollo en torno a la prohibición de TikTok en Estados Unidos, un informe revelado indica que miembros del Congreso están al tanto de que los usuarios de la plataforma expresan discursos protegidos bajo la Primera Enmienda. A pesar de esta conciencia, el Congreso decidió seguir adelante con la prohibición, una acción que muchos consideran una violación de los derechos de los ciudadanos y un fracaso en la protección de la privacidad.
El gobierno presentó un transcript parcialmente redactado como parte del litigio en curso sobre la prohibición federal de TikTok, el cual ha suscitado debates en el circuito de D.C. Este documento señala que tanto los legisladores como las autoridades reconocen que los ciudadanos estadounidenses utilizan TikTok para ejercer su derecho a la libertad de expresión, un hecho que también fue destacado por un tribunal de distrito federal que bloqueó la prohibición de TikTok en Montana. No obstante, el Congreso optó por imitar dicha prohibición en un esfuerzo que muchos argumentan es ineficaz para salvaguardar la privacidad.
En el transcurso de la discusión, las preocupaciones expresadas por los miembros del Congreso se centraron en la posibilidad de que el gobierno chino pudiera utilizar TikTok para manipular el contenido consumido por los usuarios estadounidenses. Sin embargo, no se presentó evidencia concreta de que esto estuviera ocurriendo, y gran parte del discurso se planteó en términos hipotéticos. Una declaración destacada de un representante del Departamento de Justicia expresaba su inquietud por el riesgo potencial de que los datos de los usuarios cayeran en manos del gobierno chino, indicando que esta situación podría tener consecuencias negativas para millones de jóvenes estadounidenses.
Además, surgieron cuestionamientos sobre la legitimidad de las organizaciones que se oponen a la prohibición de TikTok, lo cual pone de manifiesto la falta de aprecio por el derecho a expresar opiniones contrarias a decisiones gubernamentales impopulares.
Con la prohibición ya en marcha, muchos críticos señalan que el Congreso debería centrarse más en los argumentos sobre la privacidad y la libertad de expresión que han sido pasados por alto. La Primera Enmienda exige un escrutinio judicial riguroso para las prohibiciones de este tipo, y condenan la ironía de que el gobierno considere necesario restringir la autoexpresión—un derecho humano fundamental—en nombre de la protección de los derechos humanos.
En lugar de estas prohibiciones, argumentan los críticos, el Congreso debería promulgar leyes de privacidad más amplias que regulen a todas las empresas de redes sociales en cuanto a la recolección y procesamiento de datos de los ciudadanos. De no hacerlo, advirtieron, las amenazas a la privacidad persistirán independientemente de las medidas tomadas en relación con plataformas específicas.
Las entidades defensoras de derechos digitales, como la Electronic Frontier Foundation (EFF), han manifestado su intención de continuar luchando por los derechos de los usuarios de TikTok, enfatizando la necesidad de un enfoque más holístico y efectivo en la legislación sobre privacidad y expresión en línea. Mientras tanto, la atención se centra ahora en la reacción de los tribunales federales ante estas cuestiones de derechos fundamentales que han emergido de la controvertida prohibición.
Fuente: EFF.org