Durante la madrugada del sábado al domingo se llevará a cabo el habitual cambio de hora, un ajuste que puede afectar significativamente nuestra rutina diaria, especialmente en lo que respecta al sueño. El doctor Carlos Egea, neumólogo y responsable de la Unidad del Sueño del Hospital Quirónsalud Vitoria, ha compartido algunas recomendaciones para adaptarnos mejor a esta transición.
El doctor Egea enfatiza que «el sueño es vida», resaltando la importancia de un descanso adecuado para el bienestar general. Para él, el sueño no es simplemente un periodo de inactividad, sino un momento crucial en el que el cerebro realiza actividad relevante para desconectar, eliminar sustancias y procesar las experiencias del día. Según el especialista, si se suma todo el tiempo que soñamos a lo largo de nuestra vida, podríamos estar hablando de entre siete y quince años dedicados a soñar.
Egea también aborda uno de los mitos más comunes sobre el sueño: la tendencia a «consultar con la almohada». El especialista advierte que esta actitud puede ser perjudicial, ya que los pensamientos rumiantes suelen interferir en la capacidad de conciliar el sueño. «Si llamas al sueño, no viene. Cuando queremos dormir y no podemos, nuestros pensamientos pueden alterar nuestro cuerpo y dificultar el descanso», aclara.
Para mitigar los efectos del cambio horario, el doctor Egea sugiere seguir algunas pautas básicas de higiene del sueño. Aconseja acostarse a la misma hora todos los días, evitar cenas copiosas y realizar una pausa mental antes de dormir. Además, sugiere restringir el tiempo de pantalla antes de acostarse, ya que, aunque no se conoce con exactitud cómo influye, se ha demostrado que afecta la calidad del sueño.
El especialista también advierte sobre la dificultad de dormir inmediatamente después de una actividad intensa, como un concierto o un partido de fútbol. El cuerpo necesita una fase de calma antes de poder conciliar el sueño.
Egea se une a otros expertos en medicina del sueño que abogan por la eliminación del cambio de hora, abogando por mantener el horario de invierno de forma permanente. Argumenta que recibir luz a primera hora de la mañana es esencial para un mejor descanso nocturno. La exposición a la luz solar afecta la producción de hormonas y ayuda a disminuir la contaminación.
El doctor también menciona que la temperatura puede ser un obstáculo para el buen dormir, ya que durante el sueño, el cuerpo naturalmente disminuye su temperatura para facilitar el descanso. Por ello, la luz y el calor de los primeros rayos de sol son elementos que ayudan a nuestro organismo a despertarse. «Mantener un horario estable y alineado con el ciclo natural es clave para garantizar un descanso de calidad», concluye el especialista, indicando que eliminar los cambios horarios y adaptarse a un régimen más adecuado podría ser un paso significativo para mejorar la salud y el bienestar a largo plazo.