El día de hoy, la Cámara de Representantes de EE. UU. aprobó el proyecto de ley conocido como TAKE IT DOWN, lo que otorga a los poderes establecidos una nueva y peligrosa vía para manipular a las plataformas, llevándolas a eliminar discursos lícitos que simplemente no les agradan. El expresidente Donald Trump expresó su intención de utilizar esta ley para censurar a sus críticos. Este proyecto fue aprobado por el Senado en febrero y ahora se encuentra en la mesa del presidente.
La cláusula de eliminación que contempla TAKE IT DOWN abarca una categoría de contenido mucho más amplia, incluyendo potencialmente cualquier imagen que involucre contenido íntimo o sexual, en comparación con las definiciones más restringidas de «no-consensual intimate images» (NCII) contenidas en otras partes de la norma. Además, carece de salvaguardias críticas contra solicitudes de eliminación frívolas o de mala fe. Los servicios se verán obligados a depender de filtros automatizados, conocidos por ser herramientas imprecisas que a menudo flagelan contenido legal, desde comentarios de uso legítimo hasta reportajes periodísticos. La nueva ley estipula plazos ajustados en los que las aplicaciones y sitios web deben eliminar el contenido en un máximo de 48 horas, un tiempo que rara vez es suficiente para verificar la legalidad del discurso en cuestión. Como resultado, es probable que los proveedores de servicios en línea, especialmente aquellos más pequeños, opten por evitar el riesgo legal simplemente eliminando el contenido en lugar de intentar verificar su legitimidad.
El Congreso está utilizando un enfoque equivocado para ayudar a quienes ven sus imágenes íntimas compartidas sin su consentimiento. TAKE IT DOWN presiona a las plataformas a monitorear activamente el discurso, incluidas las comunicaciones que actualmente son encriptadas. Esta situación representa una gran amenaza para la seguridad y la privacidad en línea. Aunque la ley busca abordar un problema serio, las buenas intenciones por sí solas no son suficientes para crear una política efectiva. Los legisladores deberían estar fortaleciendo y haciendo cumplir las leyes existentes que protegen a las víctimas, en lugar de inventar nuevos regímenes de eliminación que están predispuestos al abuso.
Fuente: EFF.org
