En la primera mitad de 2025, el sector turístico de la Unión Europea experimentó un notable crecimiento al registrar 1.279 millones de pernoctaciones en alojamientos turísticos, lo que representa un incremento del 2,3% en comparación con los 1.249 millones del mismo período del año anterior. Este aumento revela una tendencia positiva en la recuperación y el crecimiento del turismo en la región.
En términos de países, Malta lideró la lista con un impresionante aumento del 12,7% en la cuota de pernoctaciones en alojamientos turísticos. Le siguen Latvia y Polonia, donde el crecimiento fue del 8,6% y 8,5%, respectivamente. En contraste, Irlanda experimentó una caída del 3,5%, mientras que países como Alemania, Suecia y Bélgica presentaron incrementos marginales, de solo 0,2%, 0,5% y 0,9%, respectivamente.
Un dato relevante es que los visitantes extranjeros, tanto de países de la UE como de fuera de ella, representaron casi la mitad de las pernoctaciones totales, alcanzando un 48%. Sin embargo, las cifras varían significativamente entre los diferentes estados miembros. Por ejemplo, Malta mostró la mayor proporción de pernoctaciones de extranjeros con un destacable 93,6%, seguida de cerca por Chipre y Croacia, con 93,1% y 87,6%, respectivamente. En el extremo opuesto, Alemania, Polonia y Rumanía reportaron menos de una quinta parte de sus pernoctaciones provenientes de visitantes extranjeros, con cifras de 18,5%, 19,2% y 20,2%.
El aumento de las noches pasadas por visitantes extranjeros en los primeros seis meses del año (+3,1% en comparación con el mismo período de 2024) superó ligeramente el crecimiento en las noches domésticas, que fue del 1,7%. Las mayores subidas en este aspecto se registraron en Malta (+13,0%), Latvia (+12,8%) y Finlandia (+12,3%). Por el contrario, Irlanda, Suecia y Alemania enfrentaron descensos en el número de noches de pernoctación de visitantes extranjeros, con reducciones del 6,1%, 5,3% y 2,9%, respectivamente.
Este informe llega en el marco de la celebración del Día Mundial del Turismo, que se conmemora el 27 de septiembre, recordando la importancia del sector turístico en la economía europea y la necesidad de su sostenibilidad y resiliencia ante los desafíos futuros.