5,4 millones de euros es la cifra que ha recaudado Ágora, el nuevo film de Alejandro Amenábar, en su fin de semana de estreno en las salas españolas, convirtiéndose así en el mejor estreno del año en nuestro país.
Era de esperar una cifra grande, pues la magnitud del proyecto (es la más cara de producción española de la historia) y el éxito que siempre arrastra su director; pero la verdad es que la recaudación conseguida en pocos días ha sido realmente espectacular.
Esto confirma varias cosas: la primera es que Amenábar parece que juega a otra liga, a años luz de los demás realizadores españoles y europeos, ya sea por su talento o por su capacidad de manejar grandes proyectos. La segunda es que España también puede permitirse el lujo de currarse una superproducción sin temer un fracaso absoluto (y no, no me he olvidado de Alatriste) y, la tercera, es que es una lástima que la gente sólo vaya a ver el cine que se hace aquí cuando hacen una peli Amenábar, Almodóvar o Balagueró.
Aunque las críticas a Ágora no son precisamente efusivas, lo importante es que ha tenido una enorme acogida entre el público, que también cuenta. Aún no he tenido oportunidad de verla, pero espero haceros llegar mi opinión sobre ella pronto.