Si de placeres culpables se trata, debo confesar como declaración de principios mi rechazo a las naturalizaciones sociales. Por ello, mi vergüenza ante este listado, que reivindica el nauseabundo mundillo femenino y me recuerda una y otra vez, que formo parte de él.
MUJER BONITA
Este clásico de Garry Marshall introduce a una de las parejas más taquilleras del cine: Julia Roberts y Richard Gere. La historia de la puta que deviene princesa, de una misoginia y oscuridad singulares, sigue conquistando mi corazón.
SPICE WORLD
Placer culpable al cuadrado. Amo a las Spice Girls. Por ende, amo este patético film que sigue el paso del autobús del grupo inglés y de sus retardadas integrantes. Música, fiestas, discotecas, entrevistas y reivindicación femenina que no hace más que hundirnos en una profunda fosa.
UNA RUBIA MUY LEGAL
Este film catapultó a Reese Witherspoon al estrellato. Una descerebrada rubia de California triunfa en Harvard y se venga de su novio, quien la consideraba una incapaz. Sus insignificantes experiencias de vida le sirven para graduarse con honores y demostrar que el tinte no afecta el rendimiento intelectual. Su secuela, otra indigestión culpable.
Y ENTONCES LLEGÓ ELLA
Mi gran placer culpable es, en el fondo, ser una ferviente admiradora de Jennifer Aniston. En esta dupla con Ben Stiller, dirigida por John Hamburg, se sigue la clásica fórmula de atracción de los opuestos: el neurótico y la despreocupada, el corporativo y la buscavidas. La sola escena de Stiller en el retrete vale por toda la película. Además, una de las mejores líneas jamás escritas está en boca de Philip Seymour Hoffman. ¿Recuerdan?
CÓMO PERDER A UN CHICO EN 10 DÍAS
Matthew McConaughey es uno de los actores más estúpidos dentro y fuera del set. Kate Hudson, white trash con talento para la comedia romántica. Para lograr una pieza periodística o una promoción, permanecen juntos a la fuerza. Hudson ocupa todos los lugares comunes de las mujeres irritantes. Decadentemente sensacional.
FUERA DE ONDA
Alicia Silverstone y Stacey Dash reacondicionan a la tímida Brittany Murphy, una pueblerina recién arribada a Beverly Hills. Estereotipos sociales por doquier: rubia desalmada, hermano seductor, pareja afroamericana, skater holgazán, adolescente manipulable. Las películas ambientadas en bachilleratos son una gran fábrica de placeres culpables.
SUCEDIÓ EN MANHATTAN
Otra de ascenso social, esta vez de la mano de Jennifer López, a quien su latinidad la convierte en el blanco perfecto de la discriminación racial. “Maid in Manhattan” o bien “Los negros también podemos lograrlo”.
NIÑERA A LA FUERZA
Brittany Murphy, antes de abandonarnos, ha dejado un sinnúmero de placeres culpables en su haber. Esta niñera-diseñadora logra desestructurar a la prodigiosa Dakota Fanning, hija de padre moribundo y madre ausente. Talento infantil, animales y groupies: combo perfecto.
POLI DE GUARDERÍA
Este film debió aumentar la intención de voto de Arnold Schwarzenegger. ¿Cómo lograr que un austríaco republicano culturista luzca enternecedor? Tan sólo rodéalo de espontáneos infantes que declaren que “los niños tiene pene y las niñas, vagina”.
EL GUARDAESPALDAS
La banda sonora logra sobrevivir a este film paupérrimo, con agónicas actuaciones de Whitney Houston y Kevin Costner. No sé si tememos por la vida de “Rachel Marron” o bien esperamos que, en un descuido del guardaespaldas, un alma caritativa le vuele los sesos.
Ahora, ¡a confesarse!