Para hacer frente a las altas temperaturas del verano, no hay nada mejor que ponerse a remojo, algo complicado para aquellas personas y familias que no tienen piscina propia. Ante esta situación, una práctica se está poniendo de moda y no es otra que la de alquilar una piscina privada por un día, o para unas horas.
En los últimos tiempos, el mercado de alquiler de piscinas privadas se ha convertido en una opción que crece cada vez más en toda Europa, una tendencia que está llamando la atención de propietarios y bañistas, tal y como explica el CEO de Cocopool, plataforma donde se puede alquilar más de 250 piscinas.
El CEO de Cocopool sostiene que “a parte de ser un gran plan para pasar el verano y bastante económico para quienes deciden alquilar, se está creando una nueva oportunidad de negocio, ya que la rentabilidad media de los propietarios de la plataforma española es de 4.000 euros por alquilar su piscina en temporada de verano, llegando hasta los 10.000 euros en el caso de algunos propietarios”.
Sobre el perfil del bañista, desde la plataforma del alquiler de piscinas apuntan que normalmente las personas alquilan estas piscinas para celebrar cumpleaños, celebraciones familiares y amigos, baby showers, eventos de empresa… “Al alquilar la piscina, se puede hacer uso del jardín, como puede ser una barbacoa, una cocina exterior, baño y hasta jacuzzis y zonas de descanso”, matiza Gerard Xalabarde.
Anfitriones y bañistas: un proceso de un solo click
Gracias a Cocopool, y siguiendo el patrón de la mayoría de marketplaces existentes, el propietario o anfitrión de la piscina tan sólo tiene que registrarse de forma totalmente gratuita, añadir las normas y establecer un precio. Tras pasar un filtro y contar con asesoramiento personalizado por parte de Cocopool, el anuncio se publica en cuestión de 24 horas. Los precios los fija cada propietario basándose en las características de su espacio y piscina, pero los hay desde los 30 euros por persona y día; pudiendo llegar a ganar hasta 10.000 euros en toda la temporada como algunos de los propietarios de Cocopool.
Posteriormente, los bañistas tan sólo tienen que buscar el lugar, la fecha y poner el número de personas. A partir de ese momento, el anfitrión recibe la solicitud de reserva y puede aceptar o rechazaras. “Una vez aceptado, el cliente realiza el pago y recibe por correo la ubicación exacta y el contacto de la persona que alquila su piscina para acordar todos los detalles”, explica Gerard Xalabarde.
Un proceso sencillo que genera ingresos y, sobre todo, favorece la economía circular y el bienestar de propietarios y bañistas. “Cada vez que veía la piscina muerta de risa, porque no se utilizaba mucho, me daba pena y pensaba, a cuantas familias les gustaría aprovecharla. Entré en Cocopool y ahora tengo la piscina llena de vida literalmente todos los fines de semana. Conozco gente nueva a la vez que es una fuente de ingresos”, señala Jean Philippe, propietario de una piscina en Cabrils.
Por su parte, Jean Philippe destaca que “el equipo está siempre disponible y esto me da mucha seguridad, sobre todo en el ámbito legal, al contar con un contrato que me protege ante futuros daños y me exime de responsabilidad civil”.
Para muchos, Cocopool se trata de una solución perfecta para el verano y el calor. Todos ganan: bañistas y propietarios. La startup actualmente dispone de una oferta aproximada de 250 piscinas disponibles para alquilar, llegando a gestionar en temporada alta 1.500 reservas y más de 18.000 bañistas.